Fármacos analgésicos bajan esperanza de vida estadounidense

Los nuevos datos federales muestran que el promedio de vida de los estadounidenses blancos se redujo en el 2014, un hecho que se atribuye al aumento de las tasas de mortalidad entre los jóvenes blancos y de mediana edad.

Las muertes en ese grupo de edad se han disparado en gran medida debido a la enfermedad del hígado, el suicidio y sobredosis de drogas, de acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La mayor parte de esos sobredosis se atribuyen a las personas que abusan de opioides como analgésicos y heroína.

El descenso es el siguiente paso en una tendencia reciente en el que el aumento de la esperanza de vida para los estadounidenses está en un punto muerto.

Las muertes por sobredosis, aunque no son el único factor en la baja, han sido noticia más que cualquier otra causa en los últimos meses. La prescripciones excesivas de fármacos para el dolor es una de las casusas que manejan las autoridades, considerando que esta práctica ha llevado a la dependencia de opioides y muchas sobredosis eventuales.

Alrededor de 500.000 estadounidenses murieron a causa de una sobredosis de opioides en los últimos 15 años, según el Director del Centro de Control de Enfermedades(CCE), Tom Frieden, y los estadounidenses de 25 a 44 años representan más del 50% de esas muertes. Además, alrededor de 2,5 millones de estadounidenses están actualmente adictos a los mismos medicamentos.

En marzo, el CCE, por primera vez entregó directrices publicadas para la prescripción de analgésicos, advirtiendo a los médicos y a muchos pacientes que los riesgos de medicarse con analgésicos son mucho mayores que sus posibles beneficios.

«No sabemos de ningún otro medicamento que se utiliza rutinariamente para una condición no mortal y que mata a los pacientes con tanta frecuencia», declaró Frieden Debra Houry, Director del Centro Nacional para la Prevención y Control de Lesiones. Además, escribió en el New England Journal of Medicine: «Esperamos ver menos muertes de los opiáceos. Esa es la línea de fondo.»

Los médicos han prescrito tradicionalmente a los pacientes el consumo, durante semanas y meses, de estos supuestos medicamentos para el dolor.

Las nuevas directrices tratan de limitar la prescripción a unos pocos días, a menos que sea absolutamente necesario, para evitar la dependencia de los pacientes.

Todo parece señalar que lo más razonable es tirar todos lo analgésicos al tarro de la basura y cambiarse a sana vía del cannanis, que ha demostrado mayor eficiencia y sin serias contraindicaciones.