«Si la ministra no quiere responder nuestro petitorio, no nos queda más que radicalizar las movilizaciones», advirtió la tarde de ayer José Corona, vocero de la Cones, tras la masiva marcha de los estudiantes que convocó a alrededor de 100 mil personas en Santiago.
Una advertencia que aparece como reacción de los secundarios frente a la falta de respuestas que acusan de parte del Ministerio de Educación a su petitorio sobre la desmunicipalización, que se tramita en el Congreso como el proyecto de Nueva Educación Pública.
Los estudiantes demandan principalmente la concreción de la desmunicipalización -es decir, el traspaso de los colegios públicos al Estado-, el fin del financiamiento por asistencia, el establecimiento de consejos escolares resolutivos y también una exigencia que si bien no los toca en lo inmediato si es es algo que los afectará en un futuro próximo: la gratuidad universal en la educación superior.
“Parece que el Mineduc solo entiende con paros y marchas. Si esa va a ser la forma de relacionarnos, entonces pueden tener por seguro que nos verán en la calle», señaló Corona, anuncio que de hecho se materializará este próximo 5 de mayo, pues ayer mismo los estudiantes convocaron a una nueva movilización nacional.
El llamado a la radicalización del movimiento estudiantil también llegó de la mano de los dirigentes universitarios. En conversación con El Ciudadano, la presidenta de la Feusach, Marta Matamala, sostuvo respecto a la alta asistencia de manifestantes a la marcha de este jueves que «lo que esperamos es que esto se traduzca en organización, en una movilización constante, en la radicalización también de la movilización». Junto a esto, la dirigente sostuvo que esta es una nueva oportunidad para «llenar las asambleas, discutir y poder articularnos unos con otros actores y, en definitiva, constituir un movimiento social cada vez más potente, con más capacidad política y de construir los propios cambios que se han venido levantando en la calle».
Matamala insistió en la urgencia de que se reactive la discusión sobre la reforma educativa. «Creemos que esta ha sido pateada de la agenda, que hoy no contempla una discusión nacional y que tampoco ha constituido un avance para el movimiento educativo», señaló, agregando que «tenemos la claridad de que gran parte de las discusiones que se han dado han sido de espaldas al movimiento social, a las peticiones que hemos levantado, por lo tanto no nos queda más que llenar las calles para volver a instalar la demanda educativa y la serie de programas que nosotros hemos construido para reformarla».
Una década de movilizaciones
Junto con relevar la importancia de la radicalización de las acciones, los estudiantes se han encargado de recordar que este 2016 se cumplen 10 años desde que se iniciaran las movilizaciones estudiantiles con la llamada «Revolución Pingüina» en 2006. Este hecho histórico se tradujo en una serie de masivas manifestaciones y tomas realizadas por estudiantes secundarios entre abril y junio de 2006 y reactivadas entre septiembre y octubre del mismo año, y cuyas principales demandas eran la derogación de la LOCE, la desmunicipalización y un pase escolar gratuito y unificado, entre otras.
Fue de hecho ese el motivo que el pasado 15 de abril llevó a los alumnos del Liceo Manuel Barros Borgoño a tomarse el establecimiento de manera simbólica bajo el eslogan A 10 años de la Revolución Pingüina. Aquí estamos otra vez. Ayer, por su parte, estudiantes secundarios realizaron también tomas simbólicas en colegios de Santiago, La Serena y Concepción.
Por Daniel Labbé Yáñez