Muestra Nacional de Dramaturgia escogió a sus cinco directores

La nueva versión del programa del Consejo de la Cultura seleccionó a Rodrigo Pérez, Heidrun Breier, Ana Luz Ormazábal, Jesús Urqueta y Los Contadores Auditores

Muestra Nacional de Dramaturgia escogió a sus cinco directores

Autor: Andrea Peña

La nueva versión del programa del Consejo de la Cultura seleccionó a Rodrigo Pérez, Heidrun Breier, Ana Luz Ormazábal, Jesús Urqueta y Los Contadores Auditores.

Directores 

Aliocha de la Sotta y Jaime Lorca, directores artísticos de la Muestra Nacional de Dramaturgia, se reunieron en el Espacio Checoslovaquia con los cinco directores escogidos para formar parte de la nueva versión del Programa del Consejo de la Cultura, que se realizará entre el 11 y 22 de octubre en las ciudades de Santiago, Valparaíso, Rancagua y Talca.

El Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, aseguró que “con la elección de los directores se da inicio de forma oficial al proceso creativo de la Muestra Nacional de Dramaturgia, quese extenderá hasta el 11 de octubre, cuando se exhiban las piezas. Sin lugar a dudas, la Muestra es un precedente en la historia del teatro chileno y que cada año demuestra que la escena nacional está más viva que nunca”.

Los seleccionados este año son Rodrigo Pérez, Heidrun Breier, Ana Luz Ormazábal, Jesús Urqueta y Los Contadores Auditores.

Aliocha de la Sotta, directora artística de la Muestra, reconoció estar contenta con este comienzo. “Estamos felices porque les presentamos a los directores la estructura de esta nueva versión. Logramos que existieran directores (as) consagrados y emergentes. Lo principal fue escuchar el texto y que el texto nos hablara de la posible puesta en escena. Fue así como pensamos en cada director, pero es importante destacar que todos los nombres surgieron en el diálogo que  sostuvimos con los mismos dramaturgos ganadores”.

Este año, la Muestra se desarrollará desde el 11 al 22 de octubre en Matucana 100, el Centro Cultural de San Antonio, el Teatro Municipal de Rancagua y el Teatro Regional del Maule.

En la categoría Autores de trayectoria, “Una pensión en Yungay”, de Leonardo González, será dirigida por Jesús Urqueta, mientras que “La irreflexión de las cosas vivas”, de Juan Claudio Burgos, será montada por Heidrun Breier.

En el ámbito Autores emergentes, “La vida terrestre de Nebraska”, de Bruce Gibbons, será dirigida por la dupla Los Contadores Auditores;  “Tarde de verano”, de Ana Corbalán, por su contemporánea Ana Luz Ormazábal y “La cuna de fuego”, de José Soto, será montada por Rodrigo Pérez.

Aliocha de la Sotta y Jaime Lorca

“La vida terrestre de Nebraska”

Nebraska es una actriz pornográfica maníaca depresiva que sufre de inesperados flashbacks y visiones de una abducción extraterrestre en California durante los años sesenta. Dirigida por su abusivo novio Charlie, filma versiones porno de obras de Chejov. En ellas actúa junto a Sunpuppy, un inocente surfista; Nina, una supuesta hija de espías soviéticos; y también Conchita Alegre, una actriz extranjera obsesionada con Stanislavski. Entre filmaciones, despedidas y reencuentros, Nebraska será parte de un viaje interior que la hará enfrentarse a sí misma, a sus sueños rotos, y a las políticas de la mentira.

 “Una pensión en Yungay”

Yungay, el primer barrio republicano de Santiago, fue fundado en el siglo XIX y recibe su nombre en honor a una sangrienta batalla. Desde entonces hasta hoy muchas cosas han pasado. No se puede contar la historia del barrio, no hay cómo, sería una derrota total. Contar un día en la vida de la gente de una pensión cualquiera en una pensión cualquiera parece menos pretencioso pero igual de imposible. Un par de horas quizás, un par de minutos. Algunos momentos, donde las camas pasan y pasan y las camas no son de nadie.

“Tarde de verano”

Una señora desencantada pierde a sus perros. Una pareja viajera quiere divertirse a costa de quienes se encuentren por delante. Unos rondines municipales sueñan con tener acción de verdad. Supuestos atentados y robo de mascotas. Vida de pueblo. Tiempo cambiante. Carretera. Muchos nombres. Perros que huyen y se cuestionan la existencia. El sentido de pertenencia, la soledad, la fidelidad a uno mismo. Al final del camino: el mar.

“La cuna de fuego”

Hawa, la mayor de las hermanas, acaba de desaparecer. Su abuela, propietaria de un prostíbulo, comienza lentamente a perder la cordura debido a este suceso. Traspasando la frontera seguimos la historia de un carnicero que se esfuerza porque su hijo siga el oficio de la familia y comprenda los rituales alimenticios del judaísmo. Adán, el hijo del carnicero, se niega a seguir las costumbres de su padre y oculta un gran secreto: es homosexual y lleva una relación con un hombre árabe. Estas encrucijadas y el desborde emocional en los comportamientos de los personajes generan un extraño paralelo entre el conflicto en medio oriente y la perturbadora presencia de religiones que sirven como subterfugios para estos problemas territoriales.

“La irreflexión de las cosas vivas”

Un dramaturgo acude a una ciudad del Caribe, a participar en un conversatorio sobre el estado de situación del teatro contemporáneo. Durante la semana que soporta el infierno de esa ciudad, imagina o vive una relación con un novísimo dramaturgo, cuyos detalles recoge desgarradoramente en su cuaderno de notas. “La irreflexión de las cosas vivas” es el texto que transcribe las notas manuscritas del dramaturgo en su cuaderno de fabular, e intenta tejer un sentido al desquiciamiento y dolor de sus palabras.

 

 

 


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