Ellos se fotografían al filo de la muerte y se viralizan en Instagram

Los UrbExers o exploradores urbanos son artistas que abandonan la comodidad del enfoque luminoso y clásico para adentrarse en zonas alejadas o inaccesibles de las grandes ciudades

Ellos se fotografían al filo de la muerte y se viralizan en Instagram

Autor: Ciudadano

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Los UrbExers o exploradores urbanos son artistas que abandonan la comodidad del enfoque luminoso y clásico para adentrarse en zonas alejadas o inaccesibles de las grandes ciudades. La motivación es tomar una foto desde una perspectiva diferente de algo ya conocido. Para que estos episodios, que nunca están exentos de peligro, se vuelvan virales, comparten sus fotos en las redes sociales.

En galpones abandonados, iglesias sin techo o vías que conducen a la nada, los fotógrafos persiguen los rastros que va dejando el industrialismo entre los escombros. También recorren los puntos emblemáticos de cada ciudad y los atacan desde un ángulo lateral para aportar su mirada de monumentos, edificios y parques.

Buscan contemplar, como si se tratara de los despojos de Chernobil, el interior de un depósito en ruinas. Recorrerlo con detenimiento para fotografiarlo y compartir las imágenes o realizar videos de su decadencia. La principal diferencia con el turismo convencional es que el individuo, al ingresar a lugares de acceso restringido, asume que está cometiendo una infracción y que cada foto que logra está teñida por la adrenalina. En algunos casos se suben a carteles, faroles o rompen candados para ingresar a sitios desmantelados.

Muchos de esos fotógrafos que coquetean con la muerte son jóvenes que no utilizan ninguna medida de seguridad ni protección corporal. Esas tomas que dan vértigo, hechas con el celular o su cámara profesional, se convierten en virales al subir a sitios como Instagram: están de moda.

El antecedente inmediato de los UrbExers son los skywalking, jóvenes intrépidos que suben a los monumentos, rascacielos y puentes más altos valiéndose de las manos, sin emplear protección. Al llegar al punto menos accesible de la construcción sacan fotos (algunas veces muestran sólo sus pies en el vacío) y vuelven a bajar con sigilo, esquivando policías o guardias.

La consigna de los grupos skywalkers más activos fue recorrer Europa y explotar puntos turísticos emblemáticos para exhibir una selfie y publicarla en las redes. Moscú, Varsovia, Estocolmo, Frankfurt, Praga y Barcelona fueron las ciudades más explotadas.

El primero en desafiar los límites de la gravedad fue Marat Dupri. Este ruso es considerado iniciador del movimiento y se jugó la vida en múltiples ocasiones. Luego el juego se abrió a todo el mundo y así comenzaron a llegar reportes con fotos osadas. Desde la Catedral de Ulm, en Alemania, a 162 metros de altura, el Lotte World Tower en Corea del Sur (555 metros), la Pirámide de Giza en Egipo (130 metros), el Cristo Redentor en Brasil (30 metros) y la Universidad Estatal de Moscú (145 metros).

Con información de: http://www.clarin.com/


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