Desde que a mediado de los 90′s encarnó a la intelectualmente vanidosa Carrie Bradshaw en Sex & The City, Sarah Jessica Parker se convirtió en un icono universal de moda, en una referencia de atrevimiento, estilo, elegancia, transgresión y tendencias.
Cada capítulo de la serie de HBO se convertía en un catálogo que llegó a superar hasta la misma Vogue, y la actriz rápidamente quedó inmortalizada como la más esperadas de las alfombras rojas.
Sombreros increíbles, maquillajes inesperados, colores imposibles y texturas memorables hicieron de Sarah Jessica el lienzo perfecto para los diseñadores más reputados del mundo… Sin embargo, la neoyorquina no pudo mantenerse invicta y logró reunir la máxima calificación de desaprobación.
Aunque no es la primera vez que Parker asiste a un evento luciendo una gran equivocación, anteriormente sus errores eran por exceso, por dramatismo, por atrevimiento y no como le ocurrió esta semana en una alfombra roja del Festival de cine de Tribeca, en la que su look informal y absolutamente inapropiado generó aburrimiento y somnolencia.
Jeans, camiseta de algodón, blazer negro, cabellera desarreglada y maquillaje traslúcido pusieron a la glamorosa actriz en el banquillo de los acusados.
¿Qué ocurrió Sarah? ¿Pensabas que ibas a la farmacia?
Sin embargo, tal fue la sorpresa de la prensa asistente al verla que no pudieron detenerse en dispararle miles y miles de flash…
Con información de E!