El transporte público en la Ciudad de México se ha convertido en un sitio de gran peligro para las mujeres, más del 65 % de las mujeres han viajado en transporte público dice haber sido víctima en almenos una ocasión de acoso sexual.
En el Sistema de Transporte Colectivo (STC) metro se registran cerca de 300 denuncias al año por este tipo de acciones, las cifras no disminuyen pese a medidas como la separación de sexos en diferentes zonas del transporte o la implementación de vehículos exclusivos para mujeres.
El tipo de agresiones más denunciado es mediante el roce o contacto directo con el cuerpo, sin embargo otras agresiones frecuentes son los piropos obscenos, groserías, bromas, comentarios sexuales así como miradas agresivas.
Debido a los malos procesos de justicia, la mayoría de las denuncias no proceden, pues son tratadas como faltas administrativas, pues según la Procuraduría de Justicia de la ciudad de no haber contacto físico no se puede acreditar la agresión sexual.