Diferentes organizaciones sociales llegaron hoy hasta las afueras del diario La Nación para manifestar su disconformidad ante el inminente cierre de su publicación en papel. Además de exteriorizar su preocupación por la situación laboral de 600 trabajadores, la mayoría de los actores coincidieron en la idea de refundar una nueva Nación democrática y pluralista, que consiga plena independencia de los gobiernos de turno.
En la oportunidad, Marcelo Castillo, presidente del Colegio de Periodistas, realizó una grave acusación con respecto a un supuesto veto en el que habría incurrido TVN con respecto al tema del cierre de La Nación “Quiero denunciar que TVN bajó de su pauta noticiosa el tema de La Nación. El lunes me llamó una periodista pare pedirme una entrevista acerca del tema. Al rato me vuelve a llamar para decirme que se bajó, por órdenes de su jefe”.
La periodista aludida, Andrea Barrera, responde que es verdad que la noticia se bajó a última hora, pero no debido a segundas intenciones. “El tema se cambió porque teníamos que responder a la contingencia. Justo salió lo del ranking de transparencia y le dimos prioridad a ello”, sentenció.
Esto tiene directa relación con lo mencionado por Nancy García, presidenta del Sindicato del área periodística de La Nación, quien cree en la necesidad de que La Nación continúe teniendo una estructura pública, pero que de verdad dé garantías de pluralismo y se escuchen las diversas voces de la sociedad. ”No como TVN, que a pesar de tener una estructura pública, funciona bajos los mismos criterios comerciales de CHV, Mega o Canal 13”.
Del mismo modo, Marcelo Castillo, quien además fue director del diario La Nación hasta marzo de este año, considera que hay que crear un estatuto legal a través del cual se pueda garantizar institucionalmente el pluralismo en este medio. Esto se llevaría a cabo a través de un consejo editorial el cual resguardaría que todas las organizaciones políticas y sociales tengan voz en el mencionado diario.
Sobre las razones que motivarían a Sebastián Piñera a cerrar La Nación, Castillo aseguró que, primero, es un interés de venganza, debido a que La Nación fue el único diario de publicación nacional que no estuvo al servicio de su campaña presidencial. Además, señaló que los $1.500 millones anuales que La Nación recibe en publicidad, “ahora engrosarán los bolsillos de los señores Edwards y Saieh”, dueños de El Mercurio y Copesa, respectivamente.
MÚLTIPLE APOYO
A la manifestación llegaron representantes de la Anef, el Sename, la Asociación Nacional de Ferias Libres, Conupia, el Movilh, el Partido Humanista, los trabajadores de Transaraucaria y diversos sindicatos y asociaciones de prensa, quienes mostraron su disconformidad por el cese de la edición impresa del diario.
Osvaldo Carvajal, trabajador de Transaraucaria, llegó hasta el lugar para dar su apoyo a los trabajadores de La Nación y para hacer una crítica al Gobierno: “Aquí van a quedar cientos de trabajadores despedidos, nosotros llevamos más de 110 días en huelga, con varios compañeros en huelga de hambre y el Gobierno lo único que hace es exhibir a los 33 mineros. Ahora encima quieren cerrarnos la posibilidad de leer algo independiente”.
Así también, Raúl de La Puente, de parte de los empleados públicos, dio su apoyo a los trabajadores que quedarían cesantes próximamente: “Juntos debemos dar la lucha por el derecho al trabajo. Este flagelo de gobierno empresarial, de patrones, debe respetar a los trabajadores”.
De La Puente hizo referencia a los 600 cesantes en potencia, que incluye a los trabajadores del diario La Nación, la Gráfica Puerto Madero, encargada de imprimir el diario y la Distribuidora Vía Directa.
Los reclamantes terminaron su manifestación en el hall del diario La Nación, mientras esperaban el resultado de una reunión que tendrían hoy el Directorio de la empresa y el Gobierno para decidir el futuro del medio.
Por Katherine Torres T.
El Ciudadano