Miles de fanáticos de Mad Max se reunieron en el desierto para celebrar ‘el fin del mundo’, como parte de este freaky festival apocalíptico.
Un ejército de fans de la saga de culto del cine visitaron este fin de semana Wasteland en el matorral de California, tal como lo vienen haciendo cada año para celebrar esta fiesta con otros aficionados.
Además de ir todos disfrazados acorde a la ocasión, incluso llegan con sus coches modificados en homenaje a los motores icónicos del film post-apocalíptico Mad Max.
Algunos pasan todo el año personalizando sus coches para imitar las películas de culto. Uno dedicado asistente al festival encontró el tiempo para diseñar un caballo de acero. Algunas decoraciones toman un giro bastante siniestro, como cráneos con granadas en la boca.
Mientras que algunos vehículos exhiben cierta potencia de fuego devastadora, otros automóviles llevan una ametralladora.
El excéntrico festival tiene una duración de cuatro días y se realizó por primera vez en el 2010. Ahora da la bienvenida a más de 2.500 asistentes cada año.
En el festejo se realizan juegos de caza-recompensas, un pozo de baile alrededor de una hoguera y entrar en una arena dentro de un círculo de fuego.
La película original de Mad Max en 1979, puso a Mel Gibson en la atención del mundo como el personaje principal que está tratando de sobrevivir en una realidad post-apocalíptico brutal.
Un reciente re-make protagonizada por Tom Hardy y Charlize Theron ganó seis premios Oscar.
Muchos se visten como algunos de los malos más reconocibles de la película. Otro portan rifles, mientras conducen su 4×4 a través del desierto de California.
Algunas muchachas, ligeras de ropa, asisten a la fiesta y hacen una gran entrada al festival, ahora en su sexto año.
Mike Orr, que participa en el festival bajo el nombre de ‘Sweet Lips’ describe el festival: «Es el fin del mundo. Tienes la oportunidad de hacer lo que quieras hacer. Es una obsesión. Pero más que eso, es una pasión. Estoy casado con esto. Cuando estamos caminando hacia la puerta que señala Wasteland, era como… Ser bautizado».
«Hay un aspecto espiritual en Wasteland este fin de semana y las personas que asisten a ella tienen toda esa armadura y los picos y todo eso… Estamos emulando el fin del mundo. Es un escapismo. Vienes aquí y puedes ser lo que quieras ser».
Algunos asistentes al festival gastan miles desarrollando sus coches para la fiesta.
Orr explica que gastó $1 dolar en el casco de 100 pies de un barco gigante petrolero, con el fin de construir un vehículo gigante para el evento.
Y agregó: «Asi como va todo cuando pienso en la próxima gran cosa me asusta. Realmente es así. Construimos un barco en un desierto. El año que viene ¿qué será? Tal vez un 747.»
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