No, esta cuestión ya paso de castaño claro a castaño oscuro. Hay cosas en la vida de todo ser humano que se pueden soportar, ya ven ustedes: soportamos estoicos ver cómo se las arreglaba la “Señora Chela” para preparar la palta reina que se comieron los mineros cuando llegaron a la capital, soportamos el puchero y el acuseteo del Amaro “niño bulling” Gomez Pablos cuando describió cómo sus compañeritos se mofaban de su forma de hablar, soportamos al borde del colapso mental cómo Kenita disfrazada de sirenita, lucía un par de implantes mamarios chuecos de tanto manoseo y atención, soportamos con indecorosa benevolencia que el perrito punga del lipigas nos representara en la capsula del bicentenario y que quedara per secula como un recuerdo indeleble del espíritu de todos los chilenos y chilenas que habitábamos en este país en el 2010. Soportable, hasta ahí todo soportable, aunque no era necesario que también nuestros tataranietos se enteraran de lo idiotas que somos en esta época y en este país. No puede ser. No, si nosotros por ancha o por manga, hemos demostrado una resistencia a toda prueba ante todo tipo de tontera.
Pero ya esta bueno ya, digamos las cosas por su nombre, al pan, pan y al vino, vino: a mí el Seba ya me está dando vergüenza, vergüenza ajena. Miren que andarse paseando por toda Europa con una mochila llena de piedras, piedras que según él son milagrosas y dan la suerte, porque las sacó de una mina terrible de insegura que se vino abajo y casi mató a 33 pobres y tristes chilenos. Na´ que ver… Y más encima las regala como amuleto. Pucha que soy buena onda Seba.
Yo no sé cómo andará en comprensión lectora o en comprensión nomás, por si acaso debería inscribirse de nuevo en la escuela, hacer un dos por uno urgente, porque este caballero jura de guata que los terrícolas vivimos en una “GALACTEA” y que a Chile lo inundó un “TUSUNAMI”, y que el árbol sagrado de los mapuches es el “LAUREL”. Pésimo. No entiendo como diantres llegó a Harvard este monumento, no sé si a la ignorancia o al carerajismo extremo. Cómo los gringos, que son tan cuáticos no se dieron cuenta del pastelito que tenían como alumno. Seguro la profe le tenía buena barra. Pero retrotrayéndome al trastorno sicomotor de nuestro primer mandatario y viendo la bibliografía al respecto, me tinca que la raíz de sus problemas de aprendizaje proviene desde la básica, o sea que de chico que era bueno pa´cagarla. Según los expertos el pequeño “Piñerita” era: o hiperkinético o niño índigo, o derechamente flojo o un flojo de derecha que pal caso da lo mismo, porque estoy segura que autista claramente no era este muchacho. Por la miéchica, pero cómo no lo atajaron las tías del kinder, cómo no hubo un profe visionario paletiado que lo sentara en su pupitre y le hiciera escribir unas cien veces: democracia, democracia, democracia…. No, si de esa época que está mala la educación. No hay salud.
Pero lejos lo que más me ha reventado de este niño símbolo del carril, en esta gira a visitar a los presidentes más bacanes del mundo, es cuando lentamente se mete la mano al bolsillo y saca el bendito papelito. Hay no, otra vez no, otra vez el bendito y todo sobajeado papel. Papel que según él demuestra la capacidad de aplomo con que el gobierno chileno rescató a los mineros de una muerte segura; pero de qué me están hablando, que vergüenza más grande, que nuestro presidente, el hombre que se supone nos representa, vaya por el mundo informando, con su repudiable sonrisita sarcástica a cualquiera que se le pase por delante que Chile es un país mediocre, lleno de funcionarillos públicos corruptos, hambrientos de poder y de comer, que son capaces de vender las muletas de su madre paralítica para ver resplandecer en sus manos mugrientas y asquerosas, teñidas de sangre de inocentes, un par de monedas brillantes que seguramente le servirán para recauchar a la vieja, comprarse un terno nuevo, o arreglarse los chocleros. Qué terrible. Qué espanto. Qué vergüenza.
Cómo de una vez por todas no se pega el alcachofazo. Ahora más encima aparte del temita de las piedras, del papelito, de las aberraciones del lenguaje, en Alemania se bota a nazi. Cómo la ven. No si ya sabíamos de antemano que el Seba era fascista, que la Ena era adepta al Tercer Reich, que el Golborne era un empresario derechista, fundamentalista chupasangre, que todo este gobierno en general era clasista, snobista, y racista, en el fondo todos cachábamos que siempre han sido pinochetistas encubiertos, como renovados, como recambiados, como disfrazados. Pero de ahí a gritarlo en Europa, con la atenta mirada de millones de personas que sí viven en países democráticos, en donde ningún pelotudo puede autorizar el funcionamiento de una mina en mal estado y en donde los tribunales de justicia sí son independientes y han sido capaces de proteger al pueblo y castigar a los asesinos, no eso sí que me dio vergüenza. Mucha pero mucha vergüenza.
Pobre Cecilia, creo que con su voz tan suavecita y controladita de mujercita mantenidita, jamás podrá aquietar a su marido tan bueno para meter la pata y en el extranjero todavía. Sí, tengo que reconocer que me dio vergüenza ajena el que todo el mundo cachara que tenemos un presidente flaite que guatea heavy en público, multimillonario, pero igualmente flaite. Pero saben qué, después de tanto barullo, me quiero relajar, y acabo de escuchar que se va a transmitir en vivo y en directo y en cadena nacional obligatoria un partido de fútbol en la tele, que entrete, mejor me dejo de pasar vergüenza y disfruto de una buena justa deportiva… a ver… qué raro, tantos jugadores, qué extraño, todos se ven como viejos y a mal traer, ohhhh que simpático ese jugador chiquitito, de ponchera y brazitos cortos, miren como mueve el cuellito, si parece un enanito, ahí va a hablar el petiso, a ver con qué nos sorprenderá ahora este imberbe backyardigan…
Por Carolina Mena
Pintora Chilena