Leelas bajo tu propia responsabilidad:
Algunas historias eran muy largas para poner la captura de pantalla, pero acá han sido transcritas:
“Mi primo tiene una ahijada que tenía un amigo imaginario y estaba siempre presente en todos los lugares a los que la nena iba. Al principio era re chistoso porque parecía una desquiciada hablando al aire, pero después su mamá le empezó a tener miedo porque la nena lloraba sin motivos, se lastimaba, pasaban cosas re raras en la casa y obvio todos nosotros nos reíamos y no le creíamos nada aunque si a veces era un poco perturbador porque ella era re chiquita. Hace aproximadamente tres años viajábamos de noche a Córdoba y agarramos por altas cumbres que es todo camino de tierra y tiene curvas empinadisinas (capaz si las conoces, pero we). Bueno, la cuestión es que íbamos en dos autos, mi primo, su novia, mi prima y yo y en el otro auto este matrimonio con la hija que es la nena esta que te contaba arriba. Nuestro auto iba adelante, y de repente en una roca que había o algo así vimos una mujer con un vestido blanco y un pañuelo en la cabeza, no se le veía la cara, y estaba sentada y como inclinada, parecía que estaba llorando no se. Mi primero se pegó un re cagazo y volanteo entonces el auto medio que se fue a la banquina y obvio pensamos que nos íbamos a morir, y el auto de atrás frena de golpe también re asustados y no vieron nada, pero nosotros cuatro si. Nos bajamos re asustados todos igual y More, la nena repetía SE LLAMA LUCÍA, SE LLAMA LUCÍA MAMÁ, entonces la madre le preguntó quién era Lucía, a esa altura yo creo que estaba llorando y More dijo LUCIA, ELLA, Y SEÑALO A LA PIEDRA. Nunca me voy a olvidar de eso, viajamos callados lo que faltaba del viaje y ahora hablamos y More no se acuerda obvio. Sigue teniendo a su amigo imaginario, igual.
Cuando volvimos a nuestras casas, le contamos a mi familia y mi abuela que es re supersticiosa dijo que si es blanco es bueno, pero igual casi nos vamos por la banquina así que no se si era tan buena.”
“Hola. No sé si debería contarte esto porque estamos vendiendo la casa, espero que ningún posible cliente lea esto.
Mis padres heredaron una casa en ruinas en un pueblo bastante deshabitado. El sueño de mi papá siempre fue restaurarla y finalmente quedó mucho mejor que nuestra propia casa en la ciudad. A pocos pasos hay un cementerio, lo que nunca fue un problema. “Los vecinos son muy tranquilos” dice siempre. Una noche que fuimos con varios familiares, junto a mi prima salimos a caminar por los alrededores mientras mis primos más chiquitos trataban de atrapar luciérnagas en botellas.
Yo, escéptica y fanática de la ciencia nunca pensé que iba a ver lo que vi. Parada junto al alambrado veo una imagen bastante borrosa de un nene que llevaba algo en la mano (como un peluche chiquito o algo por el estilo la verdad no estoy segura)y sus piernas se volvían borrosas conforme llegaba al suelo. Era algo tan incorpóreo te juro no sé como describirlo. Fue gracioso porque a primera vista no le presté atención, no lo procesé inmediatamente y cuando caigo en lo que había visto miro de nuevo, esta vez clavándole los ojos como una loca. Juro que sentí que ese nene- fuera lo que fuera- se asustó de mí porque me miró como si no entendiera por qué lo estaba viendo (pero era tan incorpóreo que fue más una sensación que me transmitió) y salió corriendo a través del alambrado como atravesándolo. Le dije a mi prima ¿VISTE ESO?? y me dijo SII QUE MIERDAA FUE ESOOO. Menos mal que estaba conmigo sino hubiera pensado que estaba loca. Por supuesto nadie nos creyó.
Solo quiero decir que no sentí miedo en ningún momento, lo que sí siento ahora es que no entiendo nada de la vida como creía antes. Quién sabe qué pasa cuando morimos si realmente morimos. Al otro día el pasto estaba abierto como si hubiera pasado una bicicleta atravesando el alambrado y el sendero no paraba hasta adentrarse en el monte.”