Diario Uno, publicación semanal que circuló por más de 30 ediciones en los quioscos de nuestro país, ha tenido que suspender su salida dominical producto de problemas económicos .
La casa editorial dirigida por el economista Marcel Claude, dio cuenta que sin duda, es posible articularse para luchar contra el cerco informativo interpuesto por el duopolio de la prensa en Chile y la falta de una política de Estado que permita y propicie la pluralidad en las informaciones.
No obstante, la desigualdad de condiciones, para llevar a cabo la titánica tarea de mantener en pie un medio de comunicación impreso de Arica a Punta Arenas, les pasó la cuenta y hoy Chile queda con una tribuna menos para las organizaciones sociales y políticas críticas del modelo neoliberal.
Así sucedió años atrás con la revista Rocinante dirigida por Faride Zerán, que también tuvo que cerrar sus páginas producto de la misma problemática, el financiamiento.
Es de esperar que ahora, más que nunca, seamos cada vez más las personas que nos comprometemos con la prensa crítica e independiente de los poderes económicos políticos y religiosos, antes de que debamos lamentar el cierre o suspensión de otros medios amigos.
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