La Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago consideró admisible el recurso de protección presentado el 28 de octubre por el periodista Víctor Hugo Robles, quien en septiembre pasado, a través de una carta dirigida al Cardenal Errázuriz solicitó la Apostasía, es decir, anular todo registro que lleve su nombre como miembro de la comunidad eclesiástica y que el máximo de la curia nacional no respondió en los tiempos que el derecho canónico consagra.
El Cardenal chileno, Francisco Javier Errázuriz, deberá responder con todos los antecedentes que obren en su mano, las razones por las cuáles no ha entregado respuesta a la carta de Apostasía presentada el 15 de septiembre de este año por el periodista y activista por los derechos de los gays, lesbianas y transexuales, Víctor Hugo Robles, a través de la cual renunció a continuar en los registros de la iglesia católica.
La magistratura ordenó, bajo apercibimiento de aplicarle alguna de las sanciones que establece el Auto Acordado respectivo, si no responde a esta exigencia dentro de los próximos 5 días.
HÍA-HÍA-HÍA… LLEGÓ LA APOSTASÍA
Días antes de dar comienzo a las festividades dieciocheras y la celebración del Bicentenario, la iglesia católica recibía públicamente un gran golpe. Un miembro de la iglesia presentaba una carta de Apostasía en la sede clerical de Santiago. Víctor Hugo Robles, periodista conocido como el Ché de los gays y reconocido activista por los derechos de la comunidad homosexual y transexual, decidió en conciencia solicitar su salida definitiva de los registros de la iglesia católica, aludiendo que ésta no representa ni los valores ni la ética que él reconoce como básicos en el ejercicio de la fe. (Ver El Ciudadano del 16 de septiembre 2010)
El “Ché de los gays”, entregó la solicitud en donde plasmó las razones por las cuáles decidía no continuar practicando la fe católica y solicitó, según lo estipulado en la legislación canónica, que lo eliminaran de todos los registros católicos. Para ello, la máxima autoridad eclesiástica de Chile, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, debía entregar respuesta por escrito en un plazo de 10 días hábiles, desde que recibió la solicitud. Robles esperó con tranquilidad la misiva que lo dejara fuera de la fe; sin embargo, ésta nunca llegó.
RECURSO DE PROTECCIÓN
Robles ya había anunciado que “la Iglesia Católica no puede arrogarse el título de garante de los valores y la moral en nuestro país. Menos aún cuando insiste en no reconocer la diversidad sexual que existe en Chile”. Sin embargo, hoy, frente al silencio de la iglesia, Robles se pronuncia con más vehemencia: “La Iglesia Católica no puede hacer caso omiso a una solicitud de estas características sólo por capricho, vulnerando mis derechos, como es la libertad de culto que estipula la legislación chilena en su artículo N°6 de la Ley 16. 698”.
Es por ello que el día 28 de octubre, Robles llegó a la Corte de Apelaciones junto a su abogado patrocinante, Rodrigo Román, para presentar el Recurso de Protección (N° de ingreso 7112-2010) en contra del Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, donde se le exige que resuelva de manera rápida la solicitud de Apostasía presentada en septiembre por Robles. Dentro de los argumentos que Robles esgrimió en favor de sus derechos, se encuentra la lejanía que hoy tiene con este culto: “la Iglesia Católica condena el amor, el afecto y las prácticas sexuales que yo asumo y valoro, aún más, lo hago porque siento que ella se ha convertido en una institución castigadora, abusiva y desprestigiada en su ejercicio ético, particularmente, en lo relativo a ciertos abusos protagonizados por algunas autoridades eclesiales, hecho esto último, que me violenta profundamente y no hace sino consolidar mi decisión de abandonar aquella”.
Por otra parte, el Ché de los Gays, indica que cuando fue entregado por sus padres a la fe católica, no fue considerada su posición, debido a que era menor de edad y esto fue un acto inconsulto, por lo que no pretende seguir un día más dentro de esta institución que lo avergüenza, afirmó.
El 29 de octubre, sólo un día después de la presentación del recurso de protección, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones declaró admisible el recurso, atendiendo el mérito de los antecedentes entregados. Según consta en el documento de admisibilidad, fechado 29 de octubre y bajo el folio N°190755, la Corte solicita que “la recurrida (Iglesia Católica, a través del Cardenal Errázuriz) envíe un informe quien deberá evacuarlo en el término de cinco días remitiendo a esta Corte, conjuntamente con su informe, todos los antecedentes que existan en su poder sobre el asunto que ha motivado el recurso, bajo apercibimiento de aplicarle alguna de las sanciones que establece el Auto Acordado respectivo”.
UN HECHO SIGNIFICATIVO
Para el abogado Rodrigo Román, desde el momento que la Corte de Apelaciones ha declarado admisible el recurso de protección a favor de su representado, “es un hecho significativo”. “Esta es la primera vez que se da una situación como ésta en Chile y la Corte ha considerado que existen elementos suficientes para pensar que se está vulnerando uno de los derechos fundamentales que considera la legislación chilena en relación al derecho de culto”.
Consultado por el aspecto político que este hecho encierra en sí mismo, el abogado Román, considera que este acontecimiento, es tremendamente importante porque “se abre un debate de ideas que es legítimo, ya que la mayoría de las personas que se encuentran inscritas en la iglesia católica no fueron consultados, pues al momento de ser bautizados bajo esta doctrina, generalmente se efectúa cuando la persona es menor de edad o casi recién nacido y hoy, con este debate social, se abre la posibilidad para quienes no están de acuerdo con esta filiación pueden solicitar su apostasía, ya que este es un derecho que figura dentro del derecho canónico y dentro de la carta fundamental que rige a nuestro país”.
Y aclara: “Lo que vemos en este caso, es que las personas que deciden retirarse de la fe católica, se enfrentan a una institución poderosa, aunque hoy se nota la decadencia de la misma, pero que con el poder que han ejercido durante tantos años, mantienen a firme la decisión de detentar la fe aun haciendo oídos sordos a las legítimas demandas; eso nos muestra la relevancia de este hecho”, enfatiza el jurista.
La apostasía es un proceso nuevo en lo que al ejercicio de éste se refiere, porque aunque se encuentra considerado en el derecho canónico desde el año 1965, nunca antes habíamos presenciado un caso similar. Esto se debe a la ignorancia en que la iglesia ha mantenido a sus “seguidores” y que le ha convenido para mantener la supremacía de la fe.
España ha sido uno de los países que más solicitudes de apostasía ha recibido. Ya en el año 2006, fueron aprobadas 47 peticiones de apostasía; 287 en 2007 y, en el 2008 se recibieron 529 solicitudes.
En Chile, la solicitud de Apostasía presentada por Víctor Hugo Robles, es la primera experiencia y quiera o no reconocer la iglesia lo que representa esta solicitud, es, sin duda, otra muestra de la desilusión que la gente está sintiendo, convirtiendo a esta magna institución en una debilitada iglesia que ha cometido errores aborrecibles que afectan y comprometen la fe de una cantidad significativa de laicos.
Por Claudia Molina B.
El Ciudadano