Día tras día, las publicidades ofrecen distintas opciones de productos referidos a la higiene femenina. De modo que conseguir toallitas o tampones es tan sencillo (aunque no así barato) como desplazarse al negocio más cercano.
Sin embargo, no todas las mujeres del mundo pueden contar con tales ventajas. Jóvenes de clases más desfavorecidas deben faltar a la escuela debido a la dificultad para obtener productos de higiene básicos. Esto las condena a estar más expuestas a infecciones y otras complicaciones.
A los problemas económicos se les suma los del tipo cultural: en algunas zonas del globo, la menstruación es un gran tabú, lo que somete a miles de mujeres a maltratos físicos y mentales, las excluye de la vida laboral y las condena al aislamiento.
Estas son algunas de las peores injusticias que tienen que sufrir las mujeres debido a su menstruación.
1. En algunos lugares, las mujeres se ven obligadas a cortar ramitas y hojas o usar pesazos de colchones a modo de toallitas.
Allí donde donde no se conocen los productos de higiene femenina, o son demasiado caros como para que puedan permitírselo, las chicas se ven obligadas a usar lo que tienen a mano. En Kenia por ejemplo, toman trozos de tela, hojas, diarios, relleno de colchones, e incluso barro para fabricarse algo que les sirva de protección.
Organizaciones como Femme International se encarga de repartir kits de emergencia que consisten en una copa menstrual, jabón, toalla, una toallita femenina reutilizable y un cuenco para poder lavarla.
2. En Japón, las mujeres están excluidas de algunos trabajos por debido a su menstruación.
Es muy difícil encontrar a una mujer chef de sushi en Japón, esto se debe a un viejo prejuicio muy instalado en el país nipón. “Para ser profesional hay que demostrar estabilidad en el sabor de tu comida, pero debido al ciclo menstrual las mujeres tienen un desequilibrio en su gusto y por eso no pueden ser chefs de sushi” comentó el chef profesional Yoshikazu Ono, en una entrevista para el Wall Street Journal.
Por suerte, este viejo tabú se está comenzando a dejar atrás. Incluso existe un restaurante de sushi donde todos los chefs son mujeres.
3. En algunas partes de Nepal, cuando las chicas menstrúan se las encierran en una habitación sin luz.
La tradición chaupadi se sigue practicando en algunas zonas rurales al oeste de Nepal. Consiste en encerrar a las jóvenes con la regla en una habitación oscura durante una semana entera. A pesar de haber sido prohibida mediante una ley en 2005, esta práctica está lejos de ser erradicada.
4. En Malawi, la menstruación es un secreto estricto.
Según cuenta UNICEF, en Malawi la menstruación provoca una vergüenza tan grande, que los padres ni siquiera tratan el tema con sus hijos. La mayoría de las veces, este tema queda a cargo de las tías, quienes les enseñan a las más jóvenes como fabricar compresas utilizando harapos y otros insumos. También les advierten que durante su periodo no deben hablar con los varones.
5. En EE.UU. las mujeres en situación de calle dicen que la menstruación es uno de sus peores problemas.
Los tampones y las toallas femeninas son los productos que suelen faltar en los centros de atención para las personas sin hogar. Para empeorar el problema, a muchas mujeres en situación de calle les resulta difícil acceder a una ducha limpia, con lo que los problemas de higiene y las infecciones se tornan algo cotidiano.
Una organización sin fines de lucro llamada Distributing Dignity (“Distribuyendo Dignidad”) se encarga de reunir donaciones y distribuirlas a las mujeres en todos los centros de acogida en New York, New Jersey y Pensilvania.
con información de: difundir.org