El control de las élites en el deporte popular

¿Y de qué te quejai? Si lo que pasa con el fútbol es lo mismo que pasa en el país todo el tiempo y tú te declaras apolítico y afirmas que no importa quien salga tienes que trabajar igual

El control de las élites en el deporte popular

Autor: Cesarius

¿Y de qué te quejai? Si lo que pasa con el fútbol es lo mismo que pasa en el país todo el tiempo y tú te declaras apolítico y afirmas que no importa quien salga tienes que trabajar igual. O acudes a votar como borrego y luego te desentiendes de tu obligación de protestar. Con Bielsa y la selección ¿Vai a hacer lo mismo? Bueno, ni modo, así es la vida, así es Chile. Las reglas están hechas y tú estai afuera.

Te venden la pomá de la democracia, que en definitiva es la forma de gobernar que han impuesto desde hace décadas los más autoritarios, y te la comprai enterita. Aplicando una lobotomía, extirpando todo atisbo de crítica y convicción movilizante de los cerebros alienados de los chilenos y chilenas. Pero cuando se larga el ‘Loco Bielsa’ de la banca nacional, como que recién desperta’i -claro que por un ratito no más-, pa’ decir que no puede ser que se haga con el deporte lo que hai consentido que se haga con el país año tras año, mes a mes, día a día.

El modelo que se imponen en el fútbol es el mismo que se impone en la sociedad. Si es normal que ahora un pequeños grupo desconozca la voz de las masas, que ni se les pase por la mente que es posible tratar de representar a la hinchada, llevando a la instancia de la toma de decisiones, en lugar de imponer el ego del poder y el criterio del lucro. Si el que manda se engolosina y eso de representar no ayuda en nada en el ejercicio del poder.

En el fútbol, cada día es menos el juego y más el negocio el que determina los caminos a seguir. Eso te lo han gritado hasta el cansancio desde Eduardo Galeano, hasta los hinchas menos conocidos. Un negocio que basa su apuesta en que ese mismo hincha compre la entrada, la polera, el tazón, con la marca de su equipo, y que obedezca ciegamente sin manifestar su poder popular. ¿Vai a seguir afiliado al canal del fútbol? ¿Vai a seguir yendo al Estadio? ¿Qué vai a hacer pa’que tu voluntad o convicción de lo que es mejor para tu equipo, la roja de todos, siga siendo motivo de orgullo cuando salga a la cancha? Si el muñequeo se impone y eso se olvida rapidito.

Ya el valor de lo que es recto, que se rige por principios no vale nada. Iluso es el que trata de hablar de ética y motivaciones por encima de la cosa monetaria, en el ámbito que sea se encuentra cercado por los señalamientos: “¿Cuándo vai a madurar? ¡Atina! ¡Esa no es la realidad!”, se suceden las frasesitas unas a otras como un mantra que pretende instalarse para no permitirse cuestionar.

La Roja de todos se queda sin Bielsa en la banca. El hombre se va por principios, pero eso no es lo que más nos duele, sino el tema de la conveniencia. El tipo logró que los hijos de los hinchas se sacaran del pecho la camiseta de Italia, Francia, Brasil o Argentina cuando iban al Estadio, para ponerse la roja. El resultado, eso es lo que nos duele, pero el mensaje de fondo, el que llama a tener motivaciones distintas de la mera conveniencia, ese queda en segundo plano.

Se va Bielsa antes de que nos alcanzáramos a dar cuenta que el asunto tiene que ver con cosas de fondo. Con una moral sólida que sostiene motivaciones sólidas. Esa moral que contra viento y marea, hace enfrentar el poder que sea porque uno considera que hay cosas que no se pueden negociar, como la dignidad o la convicción de hacer las cosas bien, porque hay que hacerlas bien, y no porque me dan más o menos lucas por hacerlas.

Después de esa despedida, ¿te vai a conformar con gritar un poco y luego no hacer nada? Pucha loco, ¡Le faltó tiempo al Loco para que su mensaje traspasara la cancha!

Por César Baeza Hidalgo


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