En carpa afuera de la catedral de Concepción ex preso político cumple tres días en huelga de hambre

Miguel Tardón se sumó en una carpa frente a la catedral de Concepción en solidaridad con sus compañeros ex presos políticos en huelga de hambre en Santiago. El objetivo es presionar al gobierno y exigir que se cumplan los compromisos de reparación adoptados durante la huelga realizada el año pasado, la que duró 59 días.

En carpa afuera de la catedral de Concepción ex preso político cumple tres días en huelga de hambre

Autor: paulwalder
10 de Mayo 2016/CONCEPCION En las afueras de la Catedral de Concepción, Jose Miguel Tardón, ex preso político, comenzó el día de ayer una huelga de hambre. Las peticiones de esta movilización son: que se iguale la pensión a la de un ex suboficial de Ejército, acceso integral a salud, a la vivienda, a las becas Valech, la reparación de $40 millones para cada ex preso, cambios en el Programa de Reparación y Atención Integral en Salud (Prais) y reparación en materia educacional, entre otros temas   FOTOS: MARIBEL FORNEROD/AGENCIAUNO

10 de Mayo 2016/CONCEPCION
En las afueras de la Catedral de Concepción, Jose Miguel Tardón, ex preso político, comenzó el día de ayer una huelga de hambre. Las peticiones de esta movilización son: que se iguale la pensión a la de un ex suboficial de Ejército, acceso integral a salud, a la vivienda, a las becas Valech, la reparación de $40 millones para cada ex preso, cambios en el Programa de Reparación y Atención Integral en Salud (Prais) y reparación en materia educacional, entre otros temas
FOTOS: MARIBEL FORNEROD/AGENCIAUNO

José Miguel Tardón Garcés, tiene 71 años, es ex trabajador de diario El Sur, quien protagonizó uno de los episodios más tensos en el diario regional de Agustín Edwards, cuando se tomó la imprenta junto a un grupo de trabajadores, para luego ser detenido y llevado a la isla Quiriquina. Hoy cumple tres días en huelga de hambre, en solidaridad con los 5 integrantes de la Coordinadora Metropolitana de ex Presos Políticos de Santiago que se encuentran en huelga desde el pasado 17 de abril, en la sede de la Central Unitaria de Jubilados, Pensionados y Montepiadas de Chile, ubicada en calle Brasil 349, con el objeto de presionar al gobierno y exigir que se cumplan los compromisos de reparación adoptados durante la huelga realizada el año pasado, la que duró 59 días.

Don Miguel, ¿por qué se dio inicio a esta nueva huelga de hambre?

Iniciamos esta nueva huelga de hambre en respaldo a la que llevan adelante los compañeros de la Coordinadora Salvador Allende en Santiago, los cuales retomaron la huelga de hambre, ante la negativa del gobierno de dar cumplimiento en los ofrecimientos que hizo en la mesa de alto nivel en Santiago. Esa mesa de alto nivel, no dio ningún resultado, fue un engaño que solo sirvió para dividir, lo fue la huelga de hambre. Producto de eso, fue entonces que quedaron once huelgas de hambre funcionando y tres se bajaron (el año pasado). Esa mesa de alto nivel estuvo compuesta precisamente por las tres huelgas de hambre que se bajaron y el gobierno puso al Comando Unitario de Ex presos Políticos que no participaba en ninguna huelga de hambre y que históricamente ha sido uno de los mayores frenos que hemos tenido como presos políticos, al no conquistar absolutamente ningún beneficio para nosotros los que fuimos torturados, presos y asesinados durante la dictadura militar.

¿Qué opina usted que durante el gobierno de la presidenta Bachelet, quien fue prisionera política, estuvo en Villa Grimaldi, hija de un general asesinado por la dictadura, bajo un gobierno “de izquierda” ustedes se vean obligados a tomar estas medidas para ser escuchados?

Yo no sé si es cruel lo que voy a decir, pero el compañero Fidel Castro en Cuba, tenía a su hermana Juana de Castro, la peor enemiga, que se desenmascaró yéndose a EEUU y empezó a hablar en contra de la revolución. Acá, la señora Bachelet, hija de un gran general, que apoyó y respaldo constitucionalmente a Salvador Allende. A lo mejor habría pasado lo mismo a ese nivel, lo que sí, ella fue recibida en un país socialista, donde no creo que haya tenido una formación política y se haya quedado entonces con esa deformación social de los militares de Chile. ¿Por qué?, porque para ella son los tíos, y de ahí no ha salido, y pareciera que no le importa decirle tío, a quienes asesinaron su padre. Porque el general Bachelet no murió de muerte natural, lo asesinaron. Entonces es muy malo, de que una persona que perdió a un ser querido, este hoy junto con los que de una u otra forma ayudaron a que la dictadura militar asesinara gente, gente como el general René Schneider, como el general Carlos Prats y como muchos otros militares honestos que también perdieron la vida en manos de los esbirros de la dictadura.

Creo que Bachelet está cumpliendo un papel, que no es en favor de la clase obrera, del pueblo, porque no es solamente con nosotros los ex presos políticos, que ella está haciendo una mala política, es todo un proceso, llámese Reforma Laboral, donde se nos está negando el derecho a huelga, un arma fundamental de la clase trabajadora para defendernos de los patrones. Se nos está negando el derecho a una educación gratuita y de calidad, a la salud gratis y de calidad y se nos está negando un sueldo ético y digno, como dijo el cura Goic. Entonces, definitivamente, esta señora no tiene nada que ver con nosotros que somos de izquierda. Porque si yo fui Allendista, ¿por qué en este caso no podría ser bacheletista?, si ella estuviera con nosotros, y en esto hay que ser muy claros: la Concertación en general hoy encabezada por Isabel Allende y Michel Bachelet no tiene nada que ver con el gobierno popular de Salvador Allende. Salvador Allende fue un revolucionario y murió con un arma en la mano, asesinado.

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Don Miguel, a tres días de su huelga de hambre, anoche llovió aquí en Concepción, ¿cómo se encuentra su estado de salud?, sabemos que usted es diabético e hipertenso.

Bien. Olvidemos las enfermedades personales, porque aquí cada uno tenemos que tomar una responsabilidad de lucha. A mí lo que más me satisface, es que no estamos solos. Tu misma participación en nuestro movimiento (informando a los medios), es grandioso. Hemos sido visitados por el Instituto de Derechos Humanos, vinieron ayer, y ellos estaban preocupados porque hoy había lluvia. Quieren hacer algo por nosotros, les dije. Entonces, pidan a los curas esta parte techada y así lo hicieron, y hoy el abogado de la vicaría, nos dijo, ahí lo tienen, si ustedes lo necesitan ocúpenlo. Yo le agradecí el gesto, pero como el temporal no nos hizo ningún daño vamos a seguir acá afuera. Porque nosotros como pueblo estamos acostumbrados a estas peripecias de la vida, tenemos que luchar contra la inclemencia del tiempo, contra la inclemencia de los políticos ladrones, sinvergüenzas, corruptos, y asesinos, que se quedan cayados cuando este régimen militarista, tiene militarizada la zona mapuche. Entonces, antes que mi salud, me preocupa mucho más, la situación que vive mi pueblo. Yo no tengo ninguna necesidad de estar aquí, monetariamente tampoco, pero si, que quiero ser de una u otra forma la voz de esos que no tiene voz. De esa gente que no tuvo la posibilidad de estudiar y que es humillada, maltratada, pisoteada. Eso queremos ser. Yo participo además en la Coordinadora Nacional por la libertad de Hernández Norambuena, y por qué estoy ahí, porque mi tarea es luchar, reivindicar de que hay un compañero preso en las mazmorras de las cárceles de la selva, por haber luchado en contra del sistema aquí y en contra del sistema allá en Brasil Ese es el pecado del compañero.

Don Miguel, para tener el dato histórico, ¿dónde estuvo detenido aquí en la región del Biobío?

A mí me detuvieron en la Sigdokoppers, de ahí me llevaron a la Base Naval, y el mismo día pase para la isla Quiriquina. Al otro día me entrevistaron las fuerzas de la dictadura, para luego dejarme incomunicado durante treinta y cinco días. Treinta y cinco días horrorosos, donde me aplicaron tortura psicológica, cada cuatro horas cambiaban la guardia, y cada uno se peleaba entonces, porque según el teniente, los que salían tenían que matarme, y los que salían no lo hacían, y así, viceversa. Eso además de tortura física. Yo me salve, por el solo hecho de ser un atleta destacado y tener resistencia física. También porque el director del diario (El Sur) Iván Cienfuegos Uribe, conversó con el comandante de la Base Naval, para explicarle que los compañeros míos de trabajo, estaban preocupados por mi integridad física. Yo creo que todos de una u otra forma se preocuparon, incluyendo al periodista Iván Cienfuegos.

¿Usted cree que estar en esta situación de huelga de hambre, es una doble tortura?

El problema es que la dictadura militar la tenemos hasta el día de hoy, presente, tenemos a la dictadura militar presente, cuando se reprime a los estudiantes cuando salen a marchar por una educación de calidad y gratis. Tenemos una dictadura cuando se reprime a los trabajadores cuando protestan o hacen una huelga. Tenemos una dictadura cuando vamos a protestar contra esta AFP ladrona. O sea, la administración también es culpable de mantener este sistema terrorista que nos impusieron el 11 de septiembre del 73. ¿Qué lo que necesitamos nosotros hoy día hacer? Organizarnos para luchar, aquí no vengan con cosas raras los compañeros que se dicen de izquierda y que quieren cambiar el sistema desde adentro. Mentira. No hay ni un asola posibilidad, porque nosotros no tenemos el poder, el poder lo dan las armas y las armas las tiene ellos, a través del Ejército, de las Fuerzas Armadas, y si nosotros reclamamos, mañana puede haber una nueva masacre como la que hubo en Santa María, o como tantas que hemos tenido en nuestra historia para aplastar nuestras reivindicaciones. Por lo tanto, la tarea permanente, es reorganizarse, luchar, combatir, radicalizar la lucha, cada vez que no nos den respuesta. Pero ojo también con los lacayos que se prestan para defender esta sistema.

 

 

¿Qué espera usted para deponer su huelga de hambre?

Primera cuestión, que este no es un problema de Concepción, es un problema nacional. En estos momentos hay cinco compañeros que están en huelga de hambre y llevan 24 días, es penoso, es doloroso. Yo estuve el año pasado cincuenta y nueve días de huelga de hambre, aquí en la Catedral cincuenta, y nueve en Santiago, donde fuimos desalojados del Partido Socialista, donde se nos quemaron nuestros materiales y todo. O sea, yo sé lo que es cincuenta y nueva días en huelga de hambre y se de la represión de este sistema terrorista. Lo único que nosotros necesitamos es que esta presidenta, si es que tiene un poco de consecuencia política y de voluntad, que cumpla con lo que nos ofreció en su campaña presidencial. Dos veces consecutivas nos ha engañado. Cumpla señora presidenta con lo que al menos prometió en su campaña, se lo pedimos nosotros los torturados, los encarcelados, y los que vivimos día a día muriéndonos de hambre con los miserables sueldos y pensiones que se nos pagan.

 

Fotografía: Amilix Fornerod

 

 

 

 


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