Hace un tiempo se anunció que un equipo de arqueólogos había encontrado indicios de una cámara escondida detrás de la tumba de Tutankamón, y que ésta podría corresponder a la tumba de otro miembro de la realeza del imperio del Nilo. El científico Nicholas Reeves estaba 90% seguro de que esta hipótesis era efectiva y que si lograba comporbarla, el mundo descubriría que la tumba del faraón era sólo la antesala de un secreto mucho mayor: la tumba de la misteriosa reina Nefertiti.
Pero ahora los egiptólogos están en medio de una polémica, porque las expectativas que se alimentaron por tanto tiempo, al parecer se están derrumbando. Hace dos meses, un equipo de técnicos organizado por National Geographic, viajó al Valle de los Reyes para realizar pruebas con radar en la tumba del joven faraón y determinar si el hallazgo era lo que pensaban, pero el resultado fue negativo, informa IFLScience.
«Si había un vacío, deberíamos haber visto un gran reflejo, pero no existe tal«, explica el geofísico Dean Goodman a National Geographic. «Los datos del radar muchas veces pueden ser subjetivos. Pero en este sitio en particular, no lo es. El bueno tener resultados tan claros y convincentes en un sitio tan importante como éste», agrega.
Aún así, los resultados han provocado algo de controversia entre los egiptólogos. El ministerio de antigüedades de Egipto no se toma las pruebas en serio y sigue siendo optimista al pensar que sí hay una cámara detrás de Tutankamón.
Según Associated Press, el anterior ministro de antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, desafió enérgicamente la precisión del proyecto y declaró: «En toda mi carrera, jamás me he topado con un descubrimiento egipcio que se haga con escaners de radar».
Nicholas Reeves, quien presentó la teoría de una cámara secreta el año pasado, también se mantiene optimista. Como dijo a Associated Press: «Yo buscaba la prueba que me dijera que mi lectura inicial estaba equivocada, pero no encontré ninguna evidencia que sugiriera eso. Sólo encontré más y más indicadores de que algo más está pasando en la tumba de Tutankamón».
CCV, El Ciudadano