Rohan tiene 31 años y ya cuenta con varias exposiciones individuales y ha expuesto en numerosas muestras colectivas.
A Rohan lo ha influenciado la cultura pop y la música de los años ochenta. En su obra se encuentran dos grandes sentimientos fusionados: la alegría y la desesperación.
«Me gusta pensar mi trabajo como un buen punk-rock o una canción popular. Por lo demás, mientras haya temas incómodos, que la ejecución, por el mero hecho de poder comunicarlos, se transforma en una experiencia alegre y terapéutica», dijo Rohan.
«A pesar de que a menudo transmiten un sentido de desesperación mis trabajos, me los imagino como una celebración, una celebración de la desesperanza y la pasión».