Expediente judicial: Fiscal militar relata el crimen de Jaime Mendoza y revela montaje policial

El relato de una movilización con hondas y piedras que terminó con un disparo por la espalda; versiones policiales cambiantes y extraños sucesos de algunas evidencias son parte de los elementos que contiene la resolución del fiscal militar Rodrigo Vera Lama, quien recomendó el pasado lunes condenar a 15 años de presidio al cabo primero […]

Expediente judicial: Fiscal militar relata el crimen de Jaime Mendoza y revela montaje policial

Autor: Sebastian Saá

El relato de una movilización con hondas y piedras que terminó con un disparo por la espalda; versiones policiales cambiantes y extraños sucesos de algunas evidencias son parte de los elementos que contiene la resolución del fiscal militar Rodrigo Vera Lama, quien recomendó el pasado lunes condenar a 15 años de presidio al cabo primero de Carabineros, Miguel Jara Muñoz, por el delito de violencia innecesaria causando la muerte del comunero mapuche Jaime Mendoza Collío.

Una resolución que llevó a parlamentarios a pedir que se dé de baja al uniformado, lo que sin embargo fue desestimado por el general director de Carabineros, Eduardo Gordon. “El 12 de agosto de 2009 —señala el relato del fiscal—, siendo aproximadamente las 15:00 horas, un grupo de personas participaba en la ocupación del Fundo San Sebastián”, lo que motivó la presencia de Carabineros —siete efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (Gope)— en esa zona de la comuna de Angol.

“Los policías se encontraron con un grupo de civiles que participaban de la ocupación, los que llevaban hondas y piedras , produciéndose un enfrentamiento”, agrega. Según su relato, los carabineros —armados con escopetas calibre 12 milímetros— fueron avanzando y el grupo del Gope, dividido en dos grupos, inició una “persecución que se extendió por más de un kilómetro”: “La mayoría de los civiles logró evadirse por el campo”, salvo un grupo indeterminado en el que iba Jaime Mendoza Collío.

Gente del Gope que integraba el cabo Miguel Jara Muñoz los perseguía: “Durante la huida, los civiles se encontraron con un canal con zarza de aproximadamente un metro de profundidad y tres metros de ancho, el que logró cruzar Jaime Mendoza Collío”, señala. Mendoza Collío logró pasar a un potrero cercano y se dirigía a un espeso bosque: Al otro lado de la zanja, el tirador escogido del Gope se detuvo y Jara Muñoz “disparó un arma de fuego tipo pistola de 9 milímetros, aproximadamente a 30 metros de distancia”. Una bala le llegó por la espalda al mapuche: “Orificio de entrada en el tercio medio, cara posterior del hemitórax derecho”, señala la resolución.

LAS INCONSISTENCIAS

Inconsistencia 1: ¿Perdigones en el bolsillo?. Aparte de la herida, al mapuche se le encontró en su chaqueta un cartucho para escopeta de 12 milímetros (mismo calibre que cargaban carabineros que participaron de la operación). Los peritajes de la PDI no encontraron señas de que Mendoza hubiese disparado un arma de fuego ese día.

El fiscal: “Aunque exista concordancia entre los perdigones que contenía el cartucho hallado en el bolsillo de Mendoza Collío y los alojados en el equipo del policía, esto sólo nos indica que los impactos fueron causados por perdigones de cartuchos similares al encontrado en la ropa del cadáver, no pudiendo arribarse a una fehaciente conclusión investigativa con ese sólo antecedentes… Sin perjuicio de que no ha podido determinarse cómo llegó el cartucho hasta el bolsillo”.

Inconsistencia 2: Se cae la defensa propia. El cabo Jara Muñoz señaló en un comienzo que usó su arma en defensa propia, pero el fiscal relata que, además de la autopsia —que revela que la bala entró por la espalda de Mendoza Collío—, otro peritaje determinó que la velocidad del proyectil y la distancia entre quien apunta y el blanco hace imposible “que se haya disparado de frente y que éste haya girado” para recibir el impacto por la espalda, como había asegurado Jara Muñoz.

Vera Lama agrega: “El inculpado a medida que avanzó la investigación cambió su versión de los hechos”: primero dijo que disparó a alguien que portaba una escopeta; luego que no lo podía afirmar “fehacientemente”; tampoco pudo precisar “si quien él sindica como su agresor iba encapuchado o a rostro descubierto”, pese que era de día, con suficiente luz natural y visibilidad, y existía una corta distancia entre ambos.

Inconsistencia 3: Los orificios del chaleco antibalas. Según trascendió, el chaleco antibalas de Jara Muñoz habría sido manipulado, para dar la apariencia de que recibió disparos durante la persecución. ¿Qué señala el fiscal? “El orificio —sostiene el fiscal apoyado en peritajes— ubicado en la cara interna de la parte posterior del chaleco antibalas corresponde a un impacto de perdigón, cuya trayectoria no es compatible con el hecho de que una persona haya vestido el chaleco al producirse el impacto, lo que a juicio de este magistrado investigador concuerda con la circunstancia de que el imputado resultó sin lesiones, a pesar de la gran cantidad de impactos en el casco, visor y chaleco”.

Se suma a todo lo anterior -dice el fiscal Vera Lama en el expediente judicial- que el efectivo del Gope declaró haber sufrido un ataque por sorpresa de 7 a 10 ó 10 a 15 personas que estaban ocultas tras unos montículos y que no había visto antes que se levantaran, «lo que resulta difícil considerar como efectivo, debido a la baja altura de estos montículos y geografía del terreno, razones que hacen difícil presumir que los civiles que huían hayan atacado al policía», señala el fiscal.

Otro antecedente lo aporta el abogado de la familia de Jaime, Lorenzo Morales. Este dice relación con el ocultamiento de evidencias por parte de Carabineros. Subraya que «Carabineros el 12 de agosto del año 2009, con profusa manifestación y declaración en la prensa, da a entender que fue ultimado Jaime Mendoza Collío en legítima defensa». Como prueba de ello, agrega el profesional, «se muestra un casco policial baleado y el que ha sido solicitado en reiteradas oportunidades por el fiscal militar y nunca se le ha entregado (…) solamente lo ha visto en fotos. Es decir, la parte de nosotros, ni tampoco el fiscal ha tenido la inmediación con este elemento».

Al respecto, el abogado indicó que la negación de esta prueba por parte de Carabineros de Chile obedece a que «hay ciertas excusas que aparecen en el expediente, incluso por el encargado de zona, que son cosas de las cuales nosotros nos vamos a hacer cargo en el curso del proceso judicial. Por eso tiene característica de gravedad pública la muerte de Jaime, que tiene características distintas a otros hechos que han ocurrido en la zona», subraya el abogado.

Cabe señalar que contrario a lo señalado en su minuto por la defensa del uniformado, Jara Muñoz no tendría «intachable conducta anterior”. En su hoja de vida figura una reprensión de sus superiores por “extralimitarse en sus obligaciones de cabo de guardia”, ello con los alumnos del curso de Operaciones Policiales Especiales, donde producto de su actuar resultó lesionado un policía. Así lo revela el fiscal militar en su informe remitido el pasado lunes a la Corte Militar de Valdivia, instancia que resolverá en definitiva la condena contra el uniformado.

“La responsabilidad penal sólo se aplicó en contra del cabo Jara, la investigación jamás apuntó al alto mando de Carabineros”, señaló el fiscal militar consultado sobre otras responsabilidades en el crimen. “Mis gestiones se han centrado en la responsabilidad del cabo Miguel Jara”, subrayó. Respecto al resto de los funcionarios del Gope que estuvieron con el funcionario policial, indicó que “sólo la responsabilidad recae en el procesado y es él quien aparece como inculpado”. Sin embargo, añadió que “la causa aún no concluye y no puedo hablar de la responsabilidad de otras personas, porque el caso aún está vigente”.

LA VIUDA: «QUIERO QUE EL CARABINERO PAGUE POR LO QUE HIZO”

Llegar a la casa de la familia Mendoza Collío, en la comuna de Ercilla, IX Región, no es fácil. Hay que transitar por un camino de tierra sin indicaciones y lo único que sirve como referencias son discos Pare con cientos de perdigones y garitas con rayado alusivos al conflicto territorial. Ya en el corazón de la comuna de Ercilla se llega a comunidad Requén Pillán, allí todos conocen donde queda la casa de Jaime. Las mujeres de la familia —las dos hermanas, la madre y la viuda de Jaime Mendoza Collío— salen poco a poco de la casa. Junto a las mujeres caminan tres niños: Uno de ellos, de tres años, es “Jaimito”… el hijo del comunero asesinado.

María Huenchén —quien es representada en tribunales por el abogado Lorenzo Morales— conoció a quien fuera su marido cuando ambos trabajaban en Santiago: “Era alegre, buen papá y esposo. Su hijo eran sus ojos y ahora cuando mi hijo me pregunta «dónde está mi papi», yo no sé qué decirle. Me quedo callada… Eso es terrible”, señala.

—¿Cómo recibe la resolución del fiscal militar que pide 15 años de cárcel para el carabinero que mató a su marido?

—Sentí un alivio, porque él nunca usó armas, para que dijeran que le había disparado a un carabinero. Quiero que el carabinero pague por lo que hizo y que no le bajen tanto la condena.

—¿Piensa que se trató de un montaje?

—Claro, con qué arma iba a disparar. No manejaba ninguna. Incluso yo estuve cuando fueron a tomar el fundo. Los carabineros llegaron a disparar, sin poder dialogar, nada. Vinieron a matar solamente. Yo no pude arrancar junto con él, no pude ayudarlo ni verlo.

—¿Pensaron que podían morir?

—Nunca, jamás.

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