El ex senador, Sergio Romero Pizarro, quien actualmente detenta el cargo de Embajador de Chile en España, es cuestionado por uno de los partidos políticos más importantes de ese país, Izquierda Unida, por su rol durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, por defender ideas “nazis” y por haber criticado el modelo social europeo.
En mayo pasado el presidente, Sebastián Piñera, designó como Embajador de Chile en España a Sergio Romero Pizarro, quien cuenta con un amplio prontuario que lo identifica con ideales dictatoriales, nazis y neoliberales. Fue eso lo que motivó al diputado hispano Gaspar Llamazares, del partido Izquierda Unida, a cuestionar la designación del diplomático en su país.
Sergio Romero se desempeñó como Subsecretario de Agricultura durante el régimen dictatorial. Durante la detención de Augusto Pinochet en Londres en 1998, luego de una orden emanada del juez Baltasar Garzón, el entonces parlamentario mostró su férreo apoyo al dictador. Cabe destacar que Romero también fue senador de la República desde 1990 hasta 2010. Del mismo modo, el actual embajador en España se opuso a la liquidación de Colonia Dignidad, cuyo líder era Paul Schäfer.
Todos los factores antes mencionados fueron usados para que Izquierda Unida, a través de Gaspar Llamazares, denunciara la situación. El parlamentario español cuestionó el cargo que Romero tuvo en la dictadura de Pinochet “mientras en ese Gobierno se perseguía, torturaba y asesinaba a campesinos y trabajadores, entre otros, por su militancia sindical y política o simplemente, por conveniencia del hacendado de turno».
Llamazares envió una carta al presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, donde preguntó a este “si el gobierno conoce la historia del embajador Romero, si conoce su implicación en el régimen dictatorial de Pinochet y, en segundo lugar, si a pesar de esa implicación el gobierno español ha dado el beneplácito y cuál ha sido la razón para darlo».
Llamazares añadió que «si esto es así, si se han ocultado datos y si finalmente el embajador ha tenido ese grado de implicación en la dictadura, “no creemos que merezca la representación de un Chile democrático».
Por su parte, Sergio Romero, declaró que no omitió ningún detalle de su vida profesional. No obstante, en el sitio web de la embajada nacional, la carrera del político comienza recién en 1990. «Mi currículum siempre ha estado a disposición de quien quiera verlo, pero quiero dejar esto al gobierno español, que es a quien fue dirigida la indicación del diputado Llamazares. Me voy a referir al tema cuando el Gobierno español le responda al señor Llamazares”.
Desde la oficialidad chilera también salieron en defensa de Romero. Es así como el canciller subrogante, Fernando Schmidt, declaró hoy que entrega su «más absoluto respaldo» al embajador, quien a su juicio «tiene una trayectoria absolutamente limpia».
Por Katherine Torres
El Ciudadano