Las fuerzas armadas egipcias han hallado a primera hora de este viernes algunos restos del A320 que se estrelló el pasado jueves en el Mediterráneo a unos 295 kilómetros de la costa de Alejandría, la segunda ciudad del país. Así lo ha comunicado el Ministerio de Aviación Civil egipcio en una nota de prensa remitida a EL MUNDO.
«Estamos de luto y expresamos nuestro más profundo pesar a las familias de las víctimas del avión. La compañía tomará todas las medidas oportunas para hacer frente a esta situación», agrega el comunicado.
Por su parte, el portavoz castrense ha precisado que los restos localizados al norte de la costa egipcia corresponden a partes del aparato y pertenencias de los pasajeros. La Marina egipcia está examinando la zona en busca de la caja negra.
El Ejército ha redoblado las tareas de búsqueda después de que a última hora de este jueves la autoridad de la seguridad aérea de Grecia desmintiera que los objetos hallados en los alrededores de la isla de Creta pertenecieran al aparato.
Según las autoridades egipcias, tres investigadores franceses, tres británicos y un técnico de Airbus han llegado ya a El Cairo para sumarse al comité que trata de esclarecer las causas del siniestro.
El presidente egipcio, el ex jefe del Ejército Abdelfatah al Sisi, ha expresado sus condolencias por la tragedia. «La Presidencia egipcia con profunda tristeza y pesar llora a las víctimas del vuelo de Egyptair que se estrelló en el mediterráneo en su camino de regreso a El Cairo desde París», ha indicado su oficina en un breve comunicado.
Un giro repentino
A las 2.37 de la madrugada del pasado jueves, poco después de acceder al espacio aéreo egipcio, el Airbus A320 que cubría la ruta París-El Cairo giró repentinamente 90 grados a la izquierda. Luego, el piloto de la aerolínea estatal egipcia Egyptair maniobró 360 grados a la derecha mientras se precipitaba desde los 37.000 hasta los 15.000 pies.
El rastro del aparato, con 66 personas a bordo, se desvaneció en mitad del Mediterráneo, al sureste de la isla griega de Karpatos, cuando volaba a 9.000 pies de altitud.
El presidente egipcio ha anunciado que ha ordenado a todas las autoridades competentes -entre ellas, el ministerio de aviación civil, el centro de rescate y búsqueda de las fuerzas armadas, la marina y el ejército del aire- que intensifiquen las operaciones de búsqueda del avión egipcio para «localizar los restos en colaboración y cooperación con los países amigos», ha indicado su oficina en un comunicado.
Entre las novedades de la investigación, se encuentran las sospechas del servicio de inteligencia ruso y fuentes de seguridad estadounidenses, que vinculan el nuevo siniestro con la hipótesis del atentad.
«En los dos casos anteriores las medidas de seguridad eran responsabilidad de las autoridades egipcias y conforme a sus estándares. En cambio, ahora es un asunto que afecta directamente a las autoridades aéreas europeas porque el avión partió de París. Si se confirma este escenario, podría provocar una revisión de los protocolos de seguridad», subraya a EL MUNDO Agustín Guzmán, subjefe de la Vocalía Técnica y Seguridad de Vuelo del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), quien tampoco descarta la tesis de que un misil hubiera derrumbado el aparato.
«Si fuera una bomba que estalló a bordo, habría que aclarar si fue colocada en El Cairo o París«, agrega el experto en aviación.