Junto con el despliegue de lienzos, el presidente del Sindicato Interempresas de Trabajadores de Montaje Industrial Contratistas, Subcontratistas y afines de Chile (Sitramich) José Muñoz Ortiz, y Cristian Cuevas, representante de la Central Unitaria de Trabajadores, emplazaron al Intendente Metropolitano, Fernando Echeverría, así como a las autoridades, a los parlamentarios, y a la Mutual de Seguridad, para que de una vez por todas tomen cartas en el asunto en cuanto a las consecuencias físicas y sicológicas de los trabajadores contaminados en 2005 con material radioactivo, cuando trabajaban para la empresa en que Echeverría era gerente y socio.
En diciembre de 2005 más de 400 trabajadores se encontraban desarrollando las faenas para la empresa contratista para Forestal Arauco-Itata “Echeverría/Izquierdo”, donde el actual intendente de la Región Metropolitana actuaba como gerente y socio de la empresa. Un accidente radioactivo de magnitud afectó a los empleados y el próximo diciembre cumplen cinco años buscando respuestas, apoyo, y que las empresas y el Estado se hagan responsables de los daños causados a los trabajadores y sus familias.
Esta semana, el Intendente de la Región Metropolitana, Fernando Echeverría, sufrió un nuevo traspié público en desmedro de su imagen por su negación a recibir a los trabajadores de su empresa “Echeverría & Izquierdo”, de la cual sigue siendo socio. La empresa realizaba el análisis de la planta de celulosa “Nueva Aldea” (De Forestal Arauco) en la Región del Bío Bío.
Sin respuestas para sus demandas, los trabajadores han vuelto a la carga. El 10 de noviembre, los operarios se reunieron en las afueras de la Intendencia Metropolitana, con megáfono en mano, un grupo de ellos vestidos con buzos blancos en cuya espalda se veía el ícono “RADIOACTIVIDAD”, demandando respuestas y soluciones para la situación que viven los trabajadores radiados.
QUE ASUMAN DE UNA BUENA VEZ
Junto con el despliegue de lienzos, el Presidente del Sindicato Interempresas de Trabajadores de Montaje Industrial Contratistas, Subcontratistas y afines de Chile (Sitramich) José Muñoz Ortiz y Cristian Cuevas representante de la Central Unitaria de Trabajadores, emplazaron a Fernando Echeverría, así como a las autoridades, a los parlamentarios y a la Mutual de Seguridad, para que “de una vez por todas, tomen cartas en el asunto”.
SPRINGFIELD A LA CHILENA
Las faenas se desarrollaban como todos esperaban, sin embargo, en el albor del 14 de diciembre de 2005, un accidente terminó con las sonrisas de los trabajadores y de ambas empresas involucradas en el proyecto. Tres trabajadores realizaban gammagrafías en la planta Celco, pero sucedió algo inesperado. Una pastilla de Iridio 192 (isópoto radioactivo) se escapó de la cápsula provocando una emergencia radioactiva. Si bien los trabajadores más afectados son los que estaban inmediatamente expuestos a la radiación, esto no evitó que el resto de los operarios de la faena salvaran incólumes.
El caso más extremo de este accidente es el de Miguel Ángel Fuentes, quien sufrió duros efectos en su cuerpo por haber tomado la pastilla y guardado en un bolsillo de su pantalón. No obstante, al día siguiente los trabajadores retomaron las faenas como de costumbre. A poco andar, los empleados comprendieron que fueron objeto de un grave accidente y que estaban bajo la alerta de encontrarse radiados, debido a la exposición que tuvieron con el material radiactivo.
Desde ese momento han buscado todas las formas para lograr ser considerados por la misma empresa, como por la empresa contratista y el Estado, como personas afectadas por un accidente que, cada día que pasa, menoscaba sus vidas. Del mismo modo, han intentado ser atendidos por la Mutual de Seguridad, para que les realicen los chequeos correspondientes, llegando a emplazar a quien fuera el gerente de la contratista, el actual Intendente de la Región Metropolitana, Fernando Echeverría, y no han logrado respuestas favorables en ninguna parte.
De las aproximadamente 400 personas expuestas al material radiactivo, sólo 86 se encuentran agrupadas en Sitramich; todos ellos en edades que fluctúan entre los 30 y 60 años y que han visto sus vidas menguadas, tanto en el plano laboral como personal y familiar. El presidente del sindicato, José Muñoz Ortiz, asevera que “la cantidad de trabajadores que estuvieron sometidos a radiación en el accidente de 2005 es superior a la que se encuentra dentro de nuestro sindicato y esto se debe a que desde que ocurrió el accidente y comenzamos a buscar las responsabilidades de la empresa, se formaron verdaderas ‘listas negras’, por lo que muchos decidieron no participar ante la posibilidad de quedar sin trabajo”.
EFECTOS BIOLÓGICOS
Los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes sobre los seres vivos han sido conocidos y estudiados con detalle desde hace muchos años. Fueron observados por primera vez en 1896, en algunos de los primeros usuarios de los rayos X. Estos notaron una caída del cabello en aquellas áreas que habían sido expuestas, la piel se volvió roja, y si recibía grandes cantidades de radiación se ulceraba. Además, encontraron que a menudo se desarrollaba, años más tarde, cáncer de piel sobre las áreas que habían sido expuestas. Después del descubrimiento del radio en 1898, se observaron efectos similares producidos por la radiactividad concentrada.
Para comprender el efecto biológico de las radiaciones ionizantes, se han invocado dos teorías que, lejos de ser contradictorias, se complementan perfectamente.
Teoría de Acción Directa o Teoría del Blanco. Vincula el efecto biológico y la importancia del mismo con la responsabilidad biológica del blanco (diana) alcanzado, y del número de dianas impactadas. Si tenemos en cuenta que en cualquier modelo biológico y, más concretamente, en las células humanas, la posibilidad de reproducción de las mismas y el adecuado cumplimiento del código genético está vinculado al genoma, es decir, a los cromosomas del núcleo celular, o lo que es lo mismo a la integridad del ácido desoxirribonucleico (ADN), el daño celular será proporcional a la lesión inducida en el ADN.
Si esta lesión es irreversible y por tanto no reparable, la consecuencia será la muerte reproductiva de la célula alcanzada. Si por el contrario la lesión radioinducida es reparada, tendremos un ADN capacitado para ir hacia mitosis sucesivas, pero con la posibilidad de transmitir alteraciones en la línea genética, mutaciones sumadas a las propias de la generación en la que le corresponda actuar como gen dominante.
Esta teoría explica el efecto biológico que se produce en el momento y en el lugar de la cesión de energía con capacidad ionizante y los efectos tanto somáticos como genéticos.
Por ejemplo, la Teoría de Acción Indirecta o Teoría de los Radicales libres, se complementa con la anterior, puesto que explica la serie de fenómenos biológicos que se producen incluso fuera del momento y del lugar del depósito de energía ionizante.
Es bien conocido el componente de volumen agua en las células del ser humano normalmente hidratado, estimado en un 70%. El efecto de la ionización en las moléculas de agua es lo que se conoce como «radiólisis del agua». Se produce una ruptura de la molécula con la liberación de los radicales que la componen, H+ y OH-. Estos radicales adquieren una rápida tendencia a recombinarse pudiendo dar lugar a la formación de nuevas moléculas de agua o, lo que es más frecuente, a agua oxigenada que presenta una elevada toxicidad para el medio biológico en donde se forma. Se consigue por tanto intoxicar el medio biológico, intra y extracelular, lo que complica la vida del mismo.
CLASIFICACIÓN DE LOS EFECTOS PRODUCIDOS POR LAS RADIACIONES IONIZANTES
Son muchos los efectos producidos por radiaciones ionizantes, sin embargo, la más frecuente es la que hace referencia a la transmisión celular de los efectos y a su relación con la dosis. En primer lugar, los efectos pueden clasificarse en somáticos y genéticos, en función de si son inducidos sobre las células de la línea somática o germinal. El daño somático se manifiesta durante la vida del individuo irradiado, mientras que los efectos genéticos son inducidos sobre su descendencia. Los efectos somáticos se dividen a su vez en inmediatos y tardíos, en función del tiempo transcurrido desde su irradiación.
A su vez, y en función de la incidencia que tiene la radiación sobre los efectos, éstos se clasifican en deterministas y en estocásticos. Los efectos estocásticos se pueden presentar tanto en el individuo expuesto (efectos estocásticos somáticos, como sería en caso de la carcinogénesis), como también en la descendencia (efectos estocásticos hereditarios).
Es necesario destacar que la Comisión Internacional de Protección Radiológica, ICRP, publicación 60, 1990, define los efectos estocásticos como aquéllos para los cuales la probabilidad de que un efecto ocurra, más que su severidad, es función de la dosis, sin umbral. Los efectos deterministas son aquellos para los cuales la severidad del efecto varía con la dosis, siendo necesario un valor umbral.
Por otro lado y, al igual que en la irradiación de células no germinales, las células germinales irradiadas pueden experimentar efectos deterministas (esterilidad); efectos que evidentemente no son hereditarios y por lo tanto no hemos de identificar los efectos producidos por la irradiación de las gónadas con los efectos genéticos.
Muñoz Ortiz, en relación a esto aclara que: “Esta situación se ha manifestado -desgraciadamente- en nuestros compañeros a través de problemas físicos y sicológicos. Tal es el caso de un joven trabajador que debido a la radiación, con su mujer han tenido que optar por no tener hijos, puesto que no saben cuál serían las consecuencias de la radiación en el bebé y el hecho de asumir esto, sus vidas se complejizan de manera concreta. También tenemos compañeros que han perdido la dentadura, otros que manifiestan serios problemas en la piel; otros en el sistema digestivo y tenemos a otro compañero que ya tiene grandes dificultades y dolores permanentes en la garganta”.
Lo más delicado de esta situación, es que los trabajadores de la empresa “Echeverría & Izquierdo” ni siquiera han podido realizarse los chequeos más básicos en la mutual de seguridad, por lo tanto, no ha sido posible identificar cuál es el nivel de radiación que tienen en sus cuerpos y menos aún han podido recibir el apoyo médico y tratamientos que necesitan. “Para la Mutual de Seguridad todos estamos sanitos», señalan.
Por Claudia Molina B.