Ante la agresión sufrida por Nabila Riffo, de 28 años, este sábado 14 de mayo en la ciudad de Coyhaique, el Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) considera necesario declarar:
- Su más enérgica condena al brutal ataque del que fue víctima Nabila Riffo, así como su apoyo y solidaridad a sus familiares. Como ella, lamentablemente constatamos que diariamente muchas mujeres, demasiadas, son víctimas de la violencia en nuestro país.
- Que la violencia basada en el género constituye una grave violación a los derechos humanos y que frente a ella el Estado tiene la obligación de garantizar y proteger la vida, la integridad y la salud de las mujeres. La violencia contra las mujeres es un problema de profundas raíces culturales que se expresa tanto en el ámbito público como en el privado, la mayoría de las veces por parte de una pareja o ex pareja.
- Que en Chile este tipo de violencia es un asunto de primer orden en materia de seguridad ciudadana. Según datos del SERNAM, durante el año 2015 se produjeron 45 femicidios consumados y 112 frustrados. En lo que va del año, 14 mujeres más han perdido la vida y 50 más pudieron haber muerto. Por su parte, el Ministerio Público recibió en 2015 un total de 96.212 denuncias por violencia intrafamiliar hacia mujeres mayores de edad, cifra que en el primer trimestre del 2016 asciende a 24.770.
- Que el Estado chileno tiene la obligación de adoptar medidas para prevenir, investigar, sancionar y reparar la violencia contra las mujeres, en virtud tanto de los compromisos internacionales asumidos y de su legislación interna.
- Que es necesario que el Estado asuma la violencia contra las mujeres como un problema prioritario, que como tal requiere la debida diligencia e implementación de medidas efectivas para la protección de todas las mujeres.
- Que el Estado debe intensificar y dar urgencia a las medidas legislativas, administrativas o de cualquier otra índole que contribuyan a prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, y también a promover una cultura basada en los derechos humanos y en la igualdad entre hombres y mujeres. Solo así la sociedad chilena podrá avanzar hacia el pleno desarrollo en el marco del respeto de los derechos humanos.