Conmocionada se encuentra una parte del país tras el asesinato de los leones del zoológico metropolitano como consecuencia del salto suicida de un hombre de 20 años a la jaula de los leones.
Cuando esta persona ingresó a la jaula de los felinos, se quitó la ropa antes de empezar a jugar con ellos y forzarlos a que lo siguieran y jugaran con él. Tras esto, personal del lugar habría encontrado en la chaqueta del hombre una carta suicida firmada como “Jesús”, que ha sido la confirmación de la perturbación que afectaba a Franco Ferrada Román.
Tanto la Fiscalía como la Policía de Investigaciones, creen que el joven de 20 años pudo haberse inspirado en la historia del profeta Daniel, quien fue arrojado a los leones pero se salvó ileso gracias a su fe.
El hombre, según la carta, habría estado seguro de que era una especie de «elegido» que vencería el poder de Satanás y se salvaría gracias a que Dios estaba dentro de él. Franco estuvo forzando la entrada a la jaula durante varios minutos sin que la seguridad del recinto se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo. Como consecuencia de su acto extremo, “Manolo” y “La Gorda” debieron ser sacrificados para rescatar al sujeto, quien fue internado con riesgo vital.
La carta que dejó junto a su ropa -según fuentes del diario- hablaba de que el apocalipsis había llegado y que Dios lo protegería.
El subcomisario de la Brigada de Homicidios, Gerson Sepúlveda, dijo que están investigando una serie de cartas encontradas “que además contenían dibujos de leones“.
Franco se encontraba internado en la Clínica Indisa, con riesgo vital, donde se ha constatado que sufrió lesiones y traumatismos en su cabeza, la cara, el cuello y la zona pélvica. De hecho, aseguraron que en un momento su corazón se detuvo.
Según ha trascendido, el joven hizo su servicio militar en Coyhaique, hace poco sufrió la muerte de su madre y no vivía con su padre. Datos que refuerzan la idea un cuadro depresivo o alguna otra perturbación aunque en su facebook y según declaraciones de sus amigos prestadas a los medios, nada hacía presagiar lo que haría.