Si tienes un árbol frutal que quisieras multiplicar para colocarlo en otro lugar de tu hogar o bien obsequiárselo a un amigo, existen diferentes métodos para hacerlo de manera simple y efectiva. Uno de ellos es el llamado «acodado aéreo» que consiste en lograr las condiciones necesarias para que un tallo desarrolle raíces sin necesidad de separarlo de la planta madre. Una vez que ha enraizado, se lo cortará para que pueda seguir viviendo de manera independiente, alimentándose con sus raíces propias. Este método se suele realizar cuando las plantas tienen ramas más rígidas y que no pueden doblarse para apoyarse en el suelo.
En un mismo árbol es posible hacer acodos para hasta el 70% de sus ramas, ya que muchas plantas tienen la capacidad de emitir raíces desde cualquier rama o tallo si se crean las condiciones adecuadas. Casi todos los árboles frutales tropicales pueden reproducirse con esta técnica, aunque algunos desarrollan raíces más fácilmente, como las ciruelas.
En esta nota, aprenderás paso a paso a multiplicar tu árbol frutal sin necesidad de ser un experto en jardinería. En 6 semanas podrás obtener un nuevo árbol habiendo incluso adelantado 3 años de su crecimiento (en comparación a la siembra en semillas) y asegurarás la calidad de la plántula y de sus frutos.
Procedimiento
1. Selecciona una rama o tallo de tu árbol. En general, las ramas jóvenes con la madera aun no madura y en pleno crecimiento generan raíces con mayor facilidad. Además, es muy común que los retoños nacidos del tronco principal cuando aun son jóvenes enraícen mejor que los de las ramas.
2. Despéjala cortando las ramitas laterales para liberar el área.
3. Con ayuda de un cuchillo o navaja realiza dos cortes paralelos separados en 3 a 5 centímetros y extrae con cuidado la corteza entre ellos. Raspa el sector con un cuchillo para que quede al descubierto el cámbium: la zona de donde se producen las raíces.
4. Toma un trozo de plástico o film (puede ser una bolsa o botella plástica también) y colócale tierra. Procura que esté húmeda, ya que pasará varios meses sin riego.
5. Toma el film o bolsa plástica y rodea con él el tallo. Sujétalo con una cuerda o cinta adhesiva: esto permitirá, además, que conserve la humedad.
Por otro lado, si usas un plástico transparente podrás ver si comienza a enraizar sin necesidad de abrirlo.
6. Cuando las raíces rodeen el plástico por dentro ya podrás separarlo de la planta madre mediante un corte justo por debajo de las raíces. Retira con cuidado el plástico sin que se desmorone el cepellón de turba y raíces.
El tiempo de separación del acodo varía según la especie y las condiciones. En todos los casos tendrás que esperar hasta observar una buena cantidad de raíces.
7. Una vez que la hayas cortado, ya tendrás una pequeña planta idéntica a la madre lista para plantar en una maceta.
Se debe tener en cuenta que aunque la rama ya tenga abundantes raíces, aun intercambiaba sustancias con su árbol sostén, por eso al plantarlo debes mantenerlo protegido en un lugar fresco, húmedo y con luz pero sin sol hasta que se fortalezca la plántula. Recién ahí se podrá trasplantar al jardín donde tendrás un nuevo árbol.
Consejos para tener en cuenta
-La tierra que utilices para llenar la bolsa debe ser un sustrato ligero y poroso que tenga buena retención de la humedad. Un buen sustrato debe dejar «respirar» al acodo.
-La envoltura debe ser impermeable para evitar que se pierda rápidamente la humedad del sustrato interior.
-Cuando se usa plástico transparente puede ser útil cubrirlo con un material opaco para evitar la entrada de luz. El papel de aluminio o el periódico son buenas opciones.
-El acodo debe hacerse en la época de crecimiento vegetativo del árbol. La mejor época será la primavera. No se debe hacer en pleno verano ni en invierno, ya que son períodos de inactividad.