Pan blanco

Transcurrido con éxito -para felicidad de todos- el rescate de los 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra por la codicia de unos pocos y la irresponsabilidad de muchos, queda en evidencia que Piñera es a Chile lo que el pan blanco es a la nutrición: Cero aporte

Pan blanco

Autor: Wari

Transcurrido con éxito -para felicidad de todos- el rescate de los 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra por la codicia de unos pocos y la irresponsabilidad de muchos, queda en evidencia que Piñera es a Chile lo que el pan blanco es a la nutrición: Cero aporte.

Reality show y pirotecnia del Gobierno aparte, lo único claro es que todo está por hacer. Los temas que hemos ido proponiendo a la reflexión y al debate siguen tan o más vigentes que antes. Nada está resuelto. Ni la educación, ni la creación de empleo, ni la reconstrucción, ni el crecimiento, ni la distribución del ingreso, ni la deuda con el pueblo Mapuche, ni la discriminación, ni el sobreendeudamiento, ni el medio ambiente, ni la salud, ni la institucionalidad, ni el Transantiago, ni mucho menos la desprotección laboral. Nada de eso está resuelto.

Por el contrario, el co-gobierno de la Alianza y la Concertación nos pasa diariamente nuevos goles. Si la propuesta de reconocimiento constitucional del pueblo Mapuche es reprochable por ser inconsulta con los mismos Mapuche, el escandaloso Royalty Minero aprobado en el Parlamento no se queda atrás. La extensión de la ya extensa invariabilidad tributaria hace que cuando ésta se acabe, probablemente todo el cobre ya esté explotado.

Como dijimos, la cuestión de la desprotección laboral está lejos de haber sido resuelta después del rescate de los 33 mineros. Los datos del cuestionado Servicio General de Geología y Minería (Sernageomin) muestran que este año han muerto 31 mineros en Chile producto de accidentes laborales. Ellos no tuvieron ni canales de televisión en directo, no recibieron la visita del Presidente y su cuadrilla de ministros, ni tampoco recibieron donaciones de millonarios como Farkas. Los periódicos no hablaron de ellos y nadie conoce a sus familias. Según el Sernageomin son 373 los trabajadores de mina muertos en los últimos diez años en sus puestos de trabajo. De acuerdo a los datos que entrega anualmente la Mutual de Seguridad, y restringiendo las cifras solo a sus miembros, en el año 2009 hubo 191.685 accidentes del trabajo. Esa es una cifra enorme. En los últimos veinte años se produjeron casi cuatro millones de accidentes del trabajo en Chile. ¡Cuatro millones!

Esto no me hace sentir orgulloso de ser chileno. El rescate de los 33 mineros tampoco. Siento vergüenza que en mi país se haya tenido que hacer ese rescate. Me sentiré orgulloso cuando la legislación y la práctica le garanticen a todos los trabajadores los mismos derechos que a los empresarios y cuando sus condiciones de trabajo sean igual de seguras.

A Piñera le queda mucho por hacer y en ese aprieto, encomendarse a dios no es suficiente. Por nuestra parte, tenemos que fortalecer la organización sindical minera. Afortunadamente no partimos de cero. El trabajo constante de la Confederación Minera de Chile es muestra de aquello.

El anhelo del minero Luis Urzúa de que esto jamás vuelva a ocurrir está lejos de transformarse en realidad. A Piñera ese objetivo le queda grande. Como le quedó a la Concertación.

Mientras tanto, nosotros, el Pueblo de Chile, ¿Seguiremos comiendo pan blanco?

Por Salvador Muñoz K.

Cientista Político y Presidente del Partido de Izquierda (Paiz)

Twitter: @SalvadorMunozk

Polítika, primera quincena noviembre 2010

El Ciudadano N°90


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