Las palabras «negro» y «oriental» no podrán aparecer en las leyes norteamericanas. El presidente Barack Obama suscribió una nueva legislación para terminar con el uso de estas palabras y terminar así con las diferencias racistas que todavía hoy existen la legislación estadounidense.
Por una vez la cooperación entre republicanos y demócratas provocó que la propuesta haya sido aprobada rápidamente en el Senado, una cámara controlada por los republicanos.
«El término ‘oriental’ no tiene cabida en la ley federal y en última instancia este término caducado e insultante desaparecerá para siempre», señaló Grace Meng, una demócrata neoyorquina.
La ley se ha propuesto combatir el racismo en normativas de Estados Unidos donde el léxico discriminatorio sigue utilizándose.
Hasta la fecha, una parte de la Ley de Organización Energética describe en su articulado a «negros, puertorriqueños, estadounidense, indios esquimales, aleutianos; o incluso si la persona en cuestión era hispanohablante o descendiente de hispanos». Igualmente, se ha detectado la existencia de un lenguaje igualmente discriminatorio en la ley de Obras Públicas de 1976.