Cecil Chao, un millonario de Hong Kong ofreció una recompensa superior a los 100 millones de dólares para quien pudiera «quitarle» lo homosexual a su hija.
Al magnate no le importó que ella ya se hubiera casado para lanzar la oferta. Gigi, su hija, se había unido con Sean Eav dos años antes del anuncio y llevaban 9 años de relación.
Cecil afirmó que lo hizo porque quería que su hija tuviera “un buen matrimonio y descendencia”. Por su parte, Gigi dijo que, aunque su esposa se había sentido sorprendida por el hecho, a ella le parecía más fácil ignorar el problema y que incluso estaba dispuesta a cumplir con algunas partes del acuerdo mientras el hombre en cuestión donara la mayoría del dinero a caridad y no le molestara que ella ya estuviera casada.
Después de 24 meses sin encontrar a un candidato ideal, el empresario se rindió:
«Su vida privada le pertenece. Si es su decisión, tengo que acatarla».
Gigi se sintió aliviada después de que su padre terminara con la búsqueda. La mujer quería que él se diera cuenta de que no estaba en una relación lésbica por falta de hombres buenos en Hong Kong. “Hay muchos varones que valen la pena, pero no son para mí”, concluyó.
A pesar de la resolución, Chao se mantuvo firme en su decisión de no conocer a Sean escudándose en que su hija podría cambiar de opinión en el futuro.
Vía: Actitud FEM