Desde el año 2000, más de 400 mil alumnos de colegios municipales han migrado a la educación subvencionada, generando importantes déficits al disminuir la subvención estatal a los municipios. En la actualidad, once comunas del país están realizando cierres y fusiones de establecimientos con baja cantidad de matriculados. Los alcaldes de estas comunas se defienden, argumentando que no se pueden mantener colegios con diez alumnos matriculados.
Mientras tanto, los dirigentes del Colegio de Profesores, que han apoyado las movilizaciones en repudio por los cierres, señalan que estas acciones están guiadas por la agenda privatizadora del Gobierno.
Una de las comunas más afectada es Cerro Navia, donde actualmente tres de sus colegios están con fecha de clausura. Ante esto, la comunidad ha optado por la movilización. El lunes funcionarios, docentes y apoderados de 24 establecimientos marcharon frente al municipio para que se detengan estas medidas, que según ellos dejaran a más de 200 profesores en la calle.
En la misma jornada, apoderados de la Escuela 403, una de las que se encuentra en plan de cierre, se tomaron el establecimiento en demanda por una educación de calidad para sus hijos. El alcalde de Cerro Navia, Luis Plaza, militante de Renovación Nacional, defendió el cierre de los colegios argumentado que “no podemos seguir sosteniendo irresponsablemente el número de docentes que hoy tenemos”.
“Este problema que están viviendo se está dando en varias comunas del país, de hecho tenemos un catastro de once comunas en las que está pasando lo mismo. Esto está ocurriendo porque hay un afán de las autoridades de privatizar el sistema, de entregarle todo a los privados, entonces están fusionando cursos, cierran escuelas y ese es el proceso en el que están embarcados”, informó Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores.
Para Francisco Romero, gerente de la Corporación de Educación de Cerro Navia, la situación es crítica. “Nosotros tenemos una capacidad instalada de 17 mil alumnos y, sin embargo, tenemos solo 9 mil matriculados. Eso implica que tenemos ingresos por subvención de 400 millones de pesos y gastos que superan los 600 millones”, aseguró Romero.
Situación similar se repite en la comuna de La Pintana, que amaneció con el Liceo Villa tomado por alumnos y apoderados, cuyo cierre se había decretado para fines de este año. A estas acciones se sumó Lionel Elías Sazo, presidente del centro de alumnos del Colegio José Gaspar Marín de La Serena, quien inició una huelga de hambre la semana pasada en repudio al cierre del establecimiento.
“El Colegio de Profesores no está porque se cierre ningún colegio en el país, estamos por la educación pública, estamos en esa lucha, así es que piensen que el profesorado de Chile se va a oponer, pero si no hay un cambio se va a tener que responder con una acción de carácter nacional de alumnos, profesores y apoderados para defender la educación pública”, recalcó Gajardo.
Por Sebastián Fierro Kalbhenn
El Ciudadano