El Congreso de Brasil aprobó en la madrugada de este miércoles la reducción de la meta fiscal propuesta por el gobierno interino de Michel Temer, que prevé un déficit primario de más de 46 mil millones de dólares.
La medida se aprobó luego de seis horas de debate en la plenaria del Congreso. «Es un número justo, es un número bueno para el país», dijo el diputado Dagoberto Nogueira, relator del proyecto de reforma al presupuesto.
Estimó que el año cerrará con un déficit fiscal de 163.942 millones de reales (unos 46.800 millones de dólares). El gobierno de Rousseff ya había establecido una meta de déficit fiscal de 96.000 millones de reales (unos 27.000 millones de dólares al cambio actual), pero ésta no llegó a ser votada en el Congreso.
En caso de rechazo, el gobierno interino hubiera tenido que hacer malabares y prácticamente parar la máquina pública con violentos cortes para cumplir con la meta de superávit primario -ahorro antes de pagar intereses de la deuda- de 24.000 millones de reales (6.700 millones de dólares) prevista inicialmente en el presupuesto aprobado para 2016.
«Recuperar» la economía
En la víspera, Temer anunció que buscará la aprobación de una enmienda constitucional para recortar la inversión pública, entre un conjunto de medidas destinadas a «recuperar» la economía del país con el «objetivo» de «atacar» la inflación.
Temer, en una reunión con los líderes de los partidos en el Congreso, anunció seis medidas, algunas de las cuales exigen aprobación parlamentaria, destinadas esencialmente a «sanear las cuentas públicas y recuperar la confianza de los inversores».
El político, acusado de corrupción, recalcó que mantendrá los programas sociales emprendidos por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sin embargo, su proyecto de Gobierno orientado a la privatización contrasta con sus declaraciones.
En la réplica, el diputado federal del Partido de los Trabajadores (PT) Paulo Pimenta consideró que «ese número es absolutamente artificial e incorrecto». En su opinión, se utilizó una metodología contradictoria que busca crear un escenario de tierra arrasada, el cual no se corresponde con la realidad económica del país. El diputado del PT indicó que se pretende es justificar la adopción de medidas que afectarán los programas sociales.
El anuncio de las medidas, provocó varias movilizaciones de las organizaciones sociales durante este martes. Los trabajadores denunciaron las disposiciones económicas anunciadas por Temer «evidencian que los golpistas están poniendo en práctica las propuestas que los empresarios y el sistema financiero exigieron como condición para financiar el golpe».