Con una inversión superior a los 3.800 millones de dólares, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) planea llevar agua dulce desde la zona central hasta la Tercera, Segunda y Primera Región por medio de un tubo submarino de más de mil kilómetros que abastecerá faenas industriales, mineras y agrícolas, pero no para consumo humano.
El proyecto llamado Acqua Atacama busca otorgar el vital recurso al norte grande, dado la creciente escasez y los altos costos de la desalinización del agua marina. El plan consta de tres fases; una primera etapa constaría en construir un ducto hasta Copiapó que ofrecería cinco mil metros cúbicos por segundo; la segunda etapa, llegaría a Antofagasta adicionándose 10 metros cúbicos y finalmente, una tubería hasta Iquique añadiéndose cinco metros cúbicos más.
Por otra parte, dentro del diseño, se considera que su estructura sería como una manguera gigante entre dos a cuatro metros de diámetro e iría flotando por la superficie sujetada por anclas en el fondo marino y a 200 metros mar adentro.
La idea original fue presentada por el grupo francés Vinci hace tres años al MOP y actualmente, junto a la Fundación Chile, está siendo promovida por el Gobierno para llevarla a cabo dentro de cuatro o cinco años.
Hasta la fecha, el proyecto permaneció en estudio dentro de la cartera ministerial, sin embargo, el actual gobierno ha considerado su realización e incluso la iniciativa ha sido apoyada por Nicolás Sakozy.
Según trascendidos publicados por el diario La Tercera, Vinci y Fundación Chile ya habrían tomado contacto con empresas mineras como potenciales clientes para adquirir los derechos de agua y también para iniciar gestiones a nivel gubernamental para declarar este proyecto de “interés público” y así, para que ingrese a la cartera de concesiones, facilitando su materialización.
De acuerdo a datos publicados por la Sociedad Nacional de Minería, para el año 2020 existirían más de 50 mil millones de dólares de inversión minera, pero dadas las proyecciones, gran parte de estos recursos estarían en riesgo dada la falta creciente de agua en el norte del país.
Hasta el minuto, el proyecto no contempla su uso para consumo humano, ya que implicaría otras inversiones para tratar estas aguas.
Por Claudia Pedreros
El Ciudadano
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