La costumbre histórica de dar el apellido paterno a los hijos tendría los días contados en España.
El gobierno presentó un proyecto de ley que prima el orden alfabético de los apellidos de una pareja, y no el hecho de ser varón, para dar el nombre familiar a la descendencia, lo que permitiría que el primer apellido fuera el de la madre. Una propuesta rechazada el jueves por el opositor Partido Popular.
España es uno de los pocos países, junto a latinoamericanos como México, Colombia, Perú o Chile, en los que legalmente se usan dos apellidos, tal y como figura en pasaportes o documentos de identidad. Y, por ejemplo, la mujer conserva su apellido tras el matrimonio, a diferencia de un gran número de países, sobre todo anglosajones, en los que la esposa adquiere automáticamente el del marido.
Aunque desde 1999 los españoles pueden elegir el de la madre o el padre como primer apellido para un recién nacido, la ley reconoce en cualquier disputa la primacía del hombre y, tradicionalmente, cualquier hijo recibe siempre el apellido de su padre.
Esta es la costumbre que pretende eliminar la nueva ley del registro civil.
La norma sigue dando la posibilidad a los padres de acordar los apellidos de sus hijos, eligiendo paterno o materno en primer lugar. Pero en caso de desacuerdo o ruptura entre los cónyuges, el alfabeto, y no el género, decidirá el orden de los mismos.
“En un sistema como el nuestro en el que la persona se identifica con doble apellido, afirmamos la libertad de los padres” , dijo el jueves el portavoz socialista en el parlamento José Antonio Alonso. “Si ellos no ejercen esa libertad (se establece) un criterio objetivo, que es el del orden alfabético” .
“Que no sea necesariamente el apellido del padre el que tenga que ir primero porque sí y sin ningún tipo de explicación. Ahora lo que la ley dice es que van a decidir los padres. A mí eso me parece bueno y además, mucho más igualitario” , añadió.
Alonso señaló que la propuesta le parece razonable y dijo que espera un respaldo suficiente de las cámaras legislativas para sacarla adelante.
En la misma línea, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, consideró que la nueva ley, que no entraría en vigor antes de dos años, hará valer “la igualdad” entre hombres y mujeres que recoge la Constitución española y, al mismo tiempo, será respetuosa con la voluntad de los progenitores.
Sin embargo, el conservador Partido Popular consideró la reforma “inncesaria” y aseguró que podría plantear batalla en el parlamento para evitar que el orden de los apellidos dependa del alfabeto.
Otros partidos de la oposición, como Izquierda Unida, señalaron que este sistema no soluciona nada y que, por el contrario, podría acarrear la desaparición de algunos apellidos, como los que empiezan por “Z”.
Fuente: AP MADRID/ www.prensalibre.com