En los allanamientos encabezados por el fiscal Alejandro Peña, el 14 de agosto pasado, en busca de responsables para los más de cien atentados explosivos ocurridos en los últimos cinco años hubo 14 presos, de los cuales ocho siguen; Manríquez afirma la inexistencia de pruebas materiales que demuestren la culpabilidad de esos jóvenes, que permanecen procesados por la Ley Antiterrorista, acusados de asociación ilícita e instalación de bombas.
-¿Cómo califican lo ocurrido el 14 de agosto?
-El movimiento del 14 (agosto) cumple la función de generar un alto grado de vulnerabilidad a las personas que atienden a este tipo de espacios (casas okupas), bajo el estigma negativo del anarquismo.
Es una operación de montaje preparado a través de los medios de comunicación, esencialmente, con la venia del Ministerio del Interior, y con un trabajo muy exhaustivo de la policía, específicamente de la Dipolcar (Dirección de Inteligencia de Carabineros), que se ha convertido en la policía política de la democracia.
-¿Se podía prever que esto sucedería?
-Nosotros sabíamos que iba a ocurrir. La presión de la presencia policial fuera de nuestros domicilios, los seguimientos y los constantes anunciados en la prensa de los últimos cinco meses, dieron claros indicios de que la situación venía para este lado. Hace rato que en los medios se hablaba del Garza (Rodolfo Retamales) y del Pablo como ex militantes del Lautaro y como líderes de estas organizaciones anarquistas.
ENCIERRO SIN PRUEBAS DE CULPABILIDAD
Según asegura Manríquez, los medios de comunicación, acudiendo a fuentes oficiales, como el Ministro del Interior y efectivos de Carabineros fueron fundamentales en instalar la culpabilidad de los detenidos, según argumenta el vocero.
Manríquez habla de la concepción del “enemigo” que permitió el encarcelamiento sin pruebas de este grupo de personas, las cuales, por estar acusadas de ser violentistas y mostrarse en contra del sistema, ven disminuidos sus derechos ante la Justicia.
-¿Cuál es su percepción del rol que jugó la prensa?
-La prensa, a la hora de inculpar, creó el ambiente propicio para que al ser detenidos, sin tener pruebas, pudieran quedar presos. Entonces, tenemos una clavija social, político, y mediática donde se aprisiona a los compañeros sin tener pruebas. Porque el tema aquí son las bombas, no es como uno piense.
En «Informe Especial», por ejemplo, generan todo un ambiente de culpabilidad con su discurso. Entonces, el papel que cumplen los medios de comunicación oficiales es tremendo para generar una sensación de culpabilidad de las personas que terminan siendo detenidas. El día de la detención, los ‘pacos’ siempre hablaron de pruebas científicas, trataron de instalar ese concepto para que la gente no lo cuestione. Sin embargo, no existen.
-¿Qué pruebas se presentaron?
-Todo lo que existe es lo que vieron en Informe Especial, esos son los medios de prueba. Por ejemplo, conversaciones en la calle acerca de cualquier tema, eso se convierte en un antecedente de asociación ilícita. O el tema de las trazas de pólvora, TNT o cualquier químico componente que lleve a concluir que era de un explosivo, puede aparecer cuando agarras un fósforo o un encendedor que te salpica en las manos y ‘cagaste’, y esa es la calidad de las pruebas que tiene el fiscal (Alejandro) Peña.
-¿Por qué ustedes representarían una amenaza que debe ser reprimida?
-El desarrollo de las sociedades tiene directa relación con las necesidades que tienen los grandes grupos económicos. Las complejidades en las cuales se está desarrollando el capitalismo hoy en día y la envergadura de sus contradicciones, genera núcleos de resistencia importantes en la población. Todas las medidas del capitalismo que se vayan a tomar a lo largo del tiempo siempre van a ser impopulares, lo cual genera una resistencia, que entendida desde la física significa oposición a una fuerza mayor. Y el lugar donde se genere la mayor articulación política de resistencia, evidentemente, va a ser un núcleo de preocupación para los agentes del Estado y van a aplicarse medidas de represión.
-¿Se han sentido amedrentados por esta situación?
-Los golpes represivos generan una situación de vulnerabilidad. No obstante, con el transcurrir de los días, nos damos cuenta de que esto es así y no nos tiene que impresionar. Ahora, la solidaridad es para nosotros el motor principal de lucha y no vamos a dejar de actuar en solidaridad con nuestros hermanos, porque abandonarlos en este momento sería actuar de manera cobarde.
-¿Qué esperan de la Justicia?
-Los ‘cabros’ no tienen por qué demostrar inocencia, lo que tiene que ocurrir es que el Fiscal debe presentar pruebas materiales que prueben su culpabilidad. Pero no las tiene porque no existen, porque sencillamente este grupo de personas no es autora de instalar artefactos explosivos. Si no existen las pruebas materiales, ellos no son los responsables.
Yo no tengo esperanza en la Justicia, pero creo que quienes somos el entorno inmediato y quienes políticamente adherimos a una cultura anticapitalista, debemos manifestarnos y exigir su libertad.
-¿Es posible la existencia de una asociación ilícita terrorista?
-Los anarquistas no tienen jerarquía, no tienen jefatura, no existe la concepción del líder anarquista. Tampoco existen documentos que prueben esta asociación y una de las cuestiones fundamentales para probar la asociación ilícita terrorista es que tiene que existir abundante documentación de la orgánica, para comprobar que existe una organización. Sin embargo, aquí lo único que hay es abundante literatura anarquista, pero ésta no habla de una orgánica específica que tenga jefatura u otras funciones.
La asociación ilícita terrorista es una agrupación de personas que arman situaciones como asesinatos masivos, asaltos de bancos o colocación de explosivos terribles, no estos que han ocurrido este último tiempo que vuelan un par de ventanales. Aquello es terrorismo, y no existe en este país. Es distinto perseguir la resistencia política.
Recuadro:
VIOLENCIA POR PARTE DEL LABOCAR
Al cierre de esta edición la Agrupación de Familiares y Amigos por la Libertad de los Detenidos del 14 de agosto informó que a los imputados por el “Caso Bombas”, se les realizaron exámenes médicos en contra de su voluntad, por la fuerza, el pasado 8 de octubre, por parte de funcionarios del Labocar (Laboratorio de Carabineros) con la venia de Gendarmería. Las muestras de sangre tomadas con engaños y violencia pretendrían tener el registro de ADN de los detenidos, indican.
Por Katherine Lorca Donoso y Katherine Torres Torres
El Ciudadano N°89, octubre 2010
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