«La historia es nuestra y la hacen los pueblos…» Presidente Salvador Allende G.
Ya en los primeros días de septiembre comenzamos a ver como nuestros lugares de trabajo, estudio y/o vivienda se comienzan a llenar con consignas recordando los 35 años del Golpe de Estado de perrochet y sus secuaces de la mafia militar y empresarial. En la T.V. hacen programas y reportajes sobre un bonachón -con «corazón de abuela» y la «candidez de un adolescente»-, Allende bueno para los «copetes» y las «minas» pero que de economía -según ellos(as)- no sabía mucho, rodeado de organizaciones de Izquierda que lo único que buscaban era la violencia y la destrucción de la «centenaria y pacífica democracia chilena», democracia de ricos, llena de revueltas burguesas y más de alguna matanza a proletarios.
Se recuerdan 35 años con esa cantinela hippie de «para que nunca más en Chile…para que nunca más en Chile» soñemos, nos organicemos y luchemos por la construcción de una sociedad distinta: Socialista y Popular, y la frase típica de «si todos fuimos responsables de la violencia…». Cuando hasta el día de hoy los gestores de la violencia son los que poseen el monopolio de ella: el Estado y sus Fuerzas Armadas y de Orden, es decir, los perros guardianes de los(as) ricos(as) y poderosos(as).
Por otro lado, las izquierdas tradicionales, hacen actos y marchas para ir a expiar sus culpas de no ser tan socialistas como Allende, de ser «socialistas» de mercado y disculparse de ser renovado y dirigir los servicios de inteligencia que encarcelan y matan en «democracia» a nuestros(as) hermanos(as) revolucionarios(as), subversivos(as) y del Pueblo Nación-Mapuche –como Ariel, Cecilia, Andrés, Claudia, Daniel, Alex, Matías y tantos(as) otros(as)-. Son los(as) mismos(as) «Socialistas» que privatizan nuestras vidas convirtiendo los derechos a la Educación, Salud y Vivienda en meras mercancías que sólo son accesibles a quienes tienen el capital para comprarlas.
El resto de la izquierda tradicional se preocupa, más que de expiar culpas, de mostrarse como las víctimas únicas de la violencia política del Golpe y los años venideros. Su estrategia de luchar por los derechos humanos se limita a las «víctimas» de violaciones de los derechos civiles y políticos dejando de lado las violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales de los(as) pobres. Tampoco son capaces de reivindicar el proyecto político, revolucionario en muchos casos, de los miles de compañeros(as) asesinados(as) por las hordas pinochetistas y en la política de Conflictos de Baja Intensidad (C.B.I.) mantenido por la Concertación en los primeros años de la «democracia» y en la actualidad en el territorio Mapuche. Son ellos(as) los que en su propaganda electoral reivindican al Presidente Allende haciéndose dueños absolutos de la iconografía de la «Izquierda». Son ellos(as) las que hacen acuerdos electorales a espaldas de los(as) pobres para dejar de ser excluidos del poder de los(as) ricos(as).
Todos estos discursos antes planteados son parte, en el ámbito de lo ideológico, del Consenso Básico de las Clases Dominantes, realizado al fin de la Dictadura para mantener el capitalismo tal cual pero con nuevos administradores: la Concertación.
Para nosotras y nosotros, Estudiantes Revolucionarios, cada nuevo 11 es recuperar nuestra memoria de insumisos(as) para aprender de ella y aplicarla novedosamente, dialécticamente, en nuestras construcciones y luchas por una Educación Gratuita, Popular y Liberadora. Hacemos que la rabia por tanta soberbia e injusticia de los(as) poderosos(as) se convierta en rebeldía organizada que potencie nuestras ganas de trasformarlo todo por los que fueron, somos y los que vendrán… Para que todos y todas construyamos la más grande de las felicidades, con una alegría infinita que nos alcance a todos(as) en una sociedad radicalmente distinta. Es en este contexto de lucha que recordamos a nuestra hermana, estudiante revolucionaria, Claudia López, asesinada por Carabineros un 11 de septiembre de 1998 en la Población La Pincoya.
Es hora que nosotros y nosotras, los que creemos que los(as) Pobres, más temprano que tarde, tomaremos en nuestras manos la creación de la historia nos tomemos el 11 en las calles, plazas, universidades, liceos y lugares de trabajo, construyamos nuestro 11 alegre y popular.
A RECUPERAR LAS GANAS POR LA TRANSFORMACIÓN
CON MEMORIA, RABIA Y REBELDÍA
SE ORGANIZA LA LUCHA DE PUEBLO CADA DÍA
ESTUDIANTES REVOLUCIONARIOS