Doce de los 17 comuneros mapuches presos en Cañete retomarán la huelga de hambre depuesta hace ya un mes, según informaron sus familiares tras la audiencia del juicio oral. Dentro de las exigencias para deponer la eventual huelga, los comuneros solicitan la ayuda del Gobierno para inhabilitar a dos de los jueces del proceso, Paola Schisano y Carlos Muñoz, quienes habrían emitido juicios respecto a los acusados en enero pasado.
También piden el término de los testigos sin rostro durante el proceso, que esta vez ya ni siquiera estarán en los juicios, sino que declararán desde otro lugar a través de circuito cerrado. Además, exigen la recalificación de los delitos como no terroristas al inicio y no al término del juicio.
Según el abogado defensor, Adolfo Montiel, la huelga, de realizarse, estaría gatillada por una profunda disconformidad de los comuneros por la falta de cumplimiento por parte del Gobierno de los compromisos pactados en las anteriores negociaciones.
“Los testigos encubiertos siguen vigentes. La negociación con el Gobierno está mal. No se ha cumplido con todas las promesas y por eso quieren retomar la huelga. Ellos no son delincuentes ni terroristas. Ellos tienen familias y quedan botadas porque están condenados por crímenes que no han cometido”, dijo Juana Reimán, madre de uno de los presos políticos mapuche.
Por otro lado, el Gobierno rechazó la posible huelga de hambre. “Yo espero que nadie retome la huelga de hambre. La verdad es que todo lo que se ha comprometido se ha cumplido y, por lo mismo, siento que no hay ninguna razón. Tenemos que mirar hacia el futuro y hemos estado hablando muy bien con los pueblos originarios y me parece que tendremos muy buenas noticias en la materia” señaló el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Por Sebastián Fierro K.
El Ciudadano