El pasado martes a la madrugada, la gobernadora Rosana Bertone ordenó llevar adelante un operativo de desalojo que reprimió a los docentes y trabajadores que acampaban, como protesta, frente a la Casa de Gobierno en Usuahia, Tierra del Fuego. A su vez, las fuerzas policiales prendieron fuego las casillas que estaban allí instaladas.
«La Unión de Gremios y Jubilados Estatales ha sostenido durante más de 90 días este acampe. Ahora, tras el desalojo, no bajamos los brazos y seguimos luchando. Ayer en Tierra del Fuego el paro de actividades fue total y marchamos nuevamente», informó el sindicato a través de un comunicado de prensa, y convocaron a una movilización frente a la Casa de Tierra del Fuego en Capital Federal para repudiar los hechos represivos.
A esta manifestación se sumó también El Partido del Trabajo y del Pueblo (Frente Popular), quienes denunciaron que «las fuerzas represivas atacaron a los trabajadores, utilizando inclusive perros y gas pimienta, dejando compañeros heridos».