Cinco ejemplos de lo que es la esclavitud moderna

Pueden estar sirviendo en barcos de pesca debido a una deuda, sometidas a matrimonios forzados, detenidos contra su voluntad como empleados domésticos o atrapadas en burdeles bajo amenazas de violencia.

Cinco ejemplos de lo que es la esclavitud moderna

Autor: Patricio Araya

160531104628_modern_slavery_624x351_afp_nocreditPueden estar sirviendo en barcos de pesca debido a una deuda, sometidas a matrimonios forzados, detenidos contra su voluntad como empleados domésticos o atrapadas en burdeles bajo amenazas de violencia.

Estas son algunas de las formas de la llamada esclavitud moderna. Más de 45 millones de personas viven hoy en día en esta condición.

Aunque casi todos los países la han declarado ilegal, continúa existiendo y en Asia se encuentra casi el 35% de las víctimas.

El Índice Global de Esclavitud 2016, que publica anualmente la organización de ayuda Walk Free Foundation en Australia, define la esclavitud como una«situación de explotación a la que una persona no puede negarse debido a amenazas, violencia, coerción, abuso de poder o engaño».

Estos son cinco ejemplos de esclavitud moderna.

La industria de pescados y mariscos

Grupos de derechos humanos afirman que miles de personas son forzadas a trabajar en barcos de pesca, donde pueden permanecer durante años sin ni siquiera poder ver la costa.

Las víctimas aseguran que si te atrapan tratando de escapar pueden matarte o lanzarte por la borda.

Tailandia, que es el tercer exportador de mariscos del mundo, ha sido acusado deformar las tripulaciones de sus barcos con birmanos y camboyanos que fueron forzados a trabajar como esclavos.

Las autoridades están tratando de aplicar medidas enérgicas contra los traficantes de personas.

Muchas víctimas aseguran que fueron engañadas por intermediarios que les prometieron empleos en una fábrica y después los llevaron a barcos de pesca donde se les forzó a trabajar.

Un birmano que escapó de sus traficantes indicó que lo forzaron a abordar un pequeño barco en mar abierto donde tenía que pescar durante 20 horas al día sin recibir un pago.

«La gente decía que a cualquiera que trataba de escapar le rompían las piernas, le rompían las manos o incluso lo mataban», le dijo a la BBC.

Fábricas de marihuana y salones de uñas

Las cifras sugieren que podría haber entre 10.000 y 13.000 víctimas de esclavitud en Reino Unido llegadas de varios países, incluidos Albania, Nigeria, Vietnam y Rumania.

Se cree que unos 3.000 niños de Vietnam están trabajando en fábricas de marihuana y salones de uñas.

A muchas víctimas se les dice que se lastimará a sus familias si se escapan.

Una víctima, Lam, tenía 16 años cuando llegó a Reino Unido esperando ganar dinero para enviar a su familia.

En lugar de eso se le forzó a trabajar en una «fábrica» de marihuana, una casa donde se cultivan enormes cantidades de la planta.

«Recuerdo que le pregunté al hombre que me llevó allí si podía irme porque no me gustaba, pero me amenazó con golpearme o matarme de hambre», dice Lam.

El joven fue arrestado cuando la policía allanó la casa, y acusado de delitos vinculados a drogas. Pero eventualmente recibió ayuda del centro de asesoría de tráfico infantil de la organización de protección a la infancia NSPCC.

Esclavitud sexual

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que hay unas 4,5 millones de víctimas de explotación sexual forzada.

Me dijeron que yo les debía US$30.000 y que pagaría la deuda con US$100 cada vez que sirviera a un hombre»
Shandra Woworuntu

Shandra Woworuntu, activista contra el tráfico humano, fue forzada a la esclavitud sexual en Estados Unidos en 2001.

La mujer salió de Indonesia, donde se le prometió trabajar en la industria hotelera en ese país, pero los intermediaros que la recibieron en el aeropuerto la entregaron a traficantes armados que la forzaron a llevar a cabo trabajos sexuales.

«Me dijeron que yo les debía US$30.000 y que pagaría la deuda con US$100 cada vez que sirviera a un hombre», explica.

Eventualmente logró escapar y con ayuda del FBI localizó un burdel donde había otras víctimas de tráfico.

Mendicidad forzada

El informe descata que muchos niños en Europa, Asia, África, América Latina y Medio Oriente son forzados por criminales a pedir limosna en las calles.

Una víctima le dijo a los investigadores: «Aunque pido limosna no me pagan nada.Tengo que entregarles todo lo que gano. Me privan de alimento y no puedo dormir bien. No me pagan un salario, esto sólo es servidumbre».

Otra víctima afirma: «No puedo decirles nada porque tengo un miedo constante. Mi empleador me amenazó con no decir nada a nadie o de otra forma me castigaría de forma severa».


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