Pese a tener una orden médica, un 36% de los usuarios de Fonasa no se hospitalizó como le fue indicado porque el centro de salud no contaba con camas disponibles para ello, según reveló la encuesta La Brújula Salud de mayo del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián (IPSUSS).
Otro 24%, afirmó que no lo hizo por propia decisión, mientras un 9% no tenía dinero para hospitalizarse. En contraste, el 50% de las personas afiliadas a isapre no lo hizo por opción personal y 25% por no disponer delos recursos económicos necesarios.
El sondeo consideró una muestra de 3.501 personas mayores de 18 años, beneficiarios de Fonasa e Isapres de todo el país.Esta es la segunda versión de la Brújula Salud de este año, que midió indicadores relacionados con el acceso en la atención se salud por parte de la población, particularmente las atenciones Auge y de hospitalización.
Respecto de ¿cuáles fueron las principales causas que motivó la orden de hospitalización?, un 34% de los encuestados indicó que debía hacerlo por una enfermedad aguda y 29%, por un problema de salud crónico.
Espera en el Auge
El estudio también preguntó si alguno de los encuestados tenía alguna enfermedad cubierta por el Auge. Según previsión, la frecuencia de enfermedades es diferente: 1 de cada 3 personas pertenecientes a Fonasa padece de una patología Auge, versus 1 de cada 5,en el caso de isapre.
Se observa, a sí mismo, una gradiente según años de escolaridad: a mayor nivel educacional, menor es la frecuencia de patologías Auge.
Respecto al tiempo de espera para atención de estas patologías, éste es más prolongado en los beneficiarios de Fonasa, donde 21% espera más de 6 meses, comparado con 8% en el caso de Isapres.
A la luz de los resultados, el director del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS), Manuel José Irarrázaval, indicó que la situación es preocupante. “Esto da cuenta que es cada vez más urgente la construcción de nuevos hospitales. Y nos encontramos con que sólo el 8,2% del presupuesto de inversiones en salud se ha ejecutado, evidenciando un retraso en el programa de construcción de nuevos establecimientos de salud”.
“Pero tampoco es sólo un problema de infraestructura –agregó- también lo es de recurso humano.Hoy día existe la capacidad de camas en algunos establecimientos, pero no se habilitan porque faltan los profesionales para hacerlas funcionar y no sólo médicos, también enfermeras”.