El atentado en una cafetería popular de Tel Aviv, donde murieron cuatro personas y otras seis resultaron heridas, tres de ellas en estado grave, ha tenido consecuencias inmediatas para los palestinos. Este jueves el Gobierno de Israel suspendió los permisos de entrada de 83.000 palestinos, que habían sido otorgados con motivo del mes del Ramadán.
Según el Gobierno israelí, los responsables del atentado son dos palestinos, que vestidos con traje y corbata llegaron a la cafetería, se sentaron, pidieron comida y luego abrieron fuego contra los presentes.
Fuentes palestinas consultadas por el diario español El Mundo destacaron que los dos terroristas eran jóvenes palestinos-primos, procedentes de una aldea cercana a Hebrón, en el sur de Cisrjodania.
Tras el atentado, el Ejército israelí anunció que reforzará las tropas que tiene en el territorio ocupado de Cisjordania con dos nuevos batallones.