Eterno resplandor de una mente sin recuerdos es quizá la película de decepción amorosa más romántica de todas. Clementine y Joey viven el fin de su relación y, es tanta la tristeza que él sufre por esta ruptura que decide olvidarlo todo, dejar que esos años se esfumen, porque lo único que le causan es un dolor insufrible.
Sin embargo, en el proceso de olvido se da cuenta que su relación fue el mejor momento de su vida y en ese instante, sólo quiere detener el inevitable proceso por el que pasa su mente. Tal vez, cuando superemos el dolor nos demos cuenta que esa relación que pretendíamos olvidar ha sido una de las mejores cosas de nuestra vida.
Te presentamos algunas frases para que te des cuenta que lo que menos deberías hacer es olvidar los momentos más románticos que has vivido con esa persona.
“Se puede olvidar lo que pasó pero no cómo se sintió”.
“Aún sigo creyendo que me salvarás la vida”.
“No puedo recordar nada sin ti”.
“Recuérdame. Haz todo lo posible. Tal vez podamos”.
“Su personalidad promete sacarte de tu mediocre vida mundana, no sé, es como subirte en un increíble meteorito ardiente que te llevará hasta otro mundo, un mundo donde todo es emocionante”.
“Podría morir en este momento. Simplemente estoy feliz. Nunca me había sentido así antes. Estoy exactamente donde quiero estar.”
“¿Por qué no me llevas a otro lugar? A un lugar al que yo no pertenezca y nos escondemos hasta mañana”.
“Ella me amaba y eso era bueno”.
“Es doloroso pasar tanto tiempo con alguien, solo para descubrir, que es un desconocido”.
“La felicidad y el amor son lugares donde uno desea estar siempre y donde a uno no le importaría terminar muerto”.
“Regresa e inventa una despedida, al menos finjamos que tuvimos una”.
“¡Escóndeme en tu mayor humillación!”
“Aun después de eso, seguía pensando que salvarías mi vida
-Sería distinto, si sólo pudiéramos intentarlo otra vez”.
“Si sólo pudiera conocer a una nueva persona, creo que no hay mucha probabilidad de que eso suceda, ya que soy incapaz de mantener contacto visual con una mujer que no conozco”.
“Bendito sea el que olvida porque a él le pertenece el paraíso”.
“Jamás pensé en la posibilidad de querer borrarte de mi mente para siempre”.
“El hecho de que podíamos platicar horas y horas de nada y al mismo tiempo de todo, era interesante. Fascinante. Era perfecto. Nada podía salir mal en todo esto”.
“Pretendíamos entendernos de una manera en la que jamás nadie lo hizo”.
Vía: Cultura Colectiva