Grandes o pequeños pero, sobre todo, silenciosos y respetuosos con el medio ambiente, los coches eléctricos van ganando poco a poco algo de espacio en el asfalto de nuestras ciudades. Sean de una forma u otra, lo cierto es que ningún coche eléctrico es capaz de sorprender tanto como Rimono, el coche eléctrico japonés hecho de tela.
Mientras en España la venta de coches eléctricos sube como la espuma (solo en el primer trimestre de 2016 se vendieron más de mil vehículos, un 175 % más que en los tres primeros meses del año anterior), seguidos de cerca por los híbridos (que en el mismo periodo de tiempo superaron las 6.000 ventas), el mundo sigue innovando para encontrar un vehículo perfecto que podamos enchufar a la red eléctrica y utilizar para movernos cada día.
Buscando precisamente el coche eléctrico ideal para hacer desplazamientos en grandes ciudades ha nacido Rimono. El vehículo ha sido creado por el extravagante diseñador japones Kota Nezu, que después de sorprender a todo el mundo creando un coche de maderajunto a Toyota, ha intentado superarse con Rimono, fabricado con una carrocería de tela.
En concreto, se trata de una mezcla de algodón y poliéster semejante a la que se utiliza para hacer lonas y toldos. Con este material, desde Kota Nezu no solo esperan haber creado un coche eléctrico resistente al agua (que no es plan de terminar empapado), sino que han conseguido maximizar la eficiencia del vehículo: al ser de tela, pesa menos y sus baterías pueden aguantar algo más de tiempo.
Más allá de ese llamativo material de fabricación, cada detalle de Rimono está pensado para facilitar la movilidad en grandes ciudades: es pequeño (de poco más de dos metros de largo) y en su interior tan solo caben dos adultos (o un adulto y dos niños). Además, por su diseño y sus colores queda claro que Kota Nezu pretende conquistar a los más jóvenes de las urbes masificadas para que puedan ir de un sitio a otro sin aguantar muchos atascos con su flamante coche eléctrico azul y beige con aspecto de haber salido de una película de dibujos animados.
Este ‘kimono de carretera’ (que es, según Nezu, el significado de Rimono) no tiene volante en su interior, sino que es conducido con un manillar como el de cualquier ciclomotor. Además, para aligerar en componentes, lo único que hay ante el asiento del conductor es un iPad: será la tableta de Apple la que haga las veces de sistema de información, ordenador de a bordo y equipo de música. Nada más. Ni cables, ni aparatos.
La lona envuelve un coche que, desde luego, no ha sido creado para las distancias largas. Su motor eléctrico es de 5 kilovatios y está alimentado por un paquete de baterías de ion litio de 4 kilovatios/hora que serán fáciles de intercambiar, según Nezu. Por el resto, se parece más a una moto pequeña: su velocidad máxima será de solo 45 kilómetros por hora, y con una carga Rimono tiene autonomía solo para recorrer unos 50 kilómetros.
No obstante, este proyecto nipón pensado para los más jóvenes es, por ahora, un sueño. De hecho, el diseñador solo ha creado el prototipo, que fue presentado en público hace unos días. Sería en verano de 2017 cuando Nezu comenzaría a fabricar este coche eléctrico para que circule por las calles de Tokio. Así, no parece estar muy cerca el momento en el que veamos el vehículo hecho de lona pasear por el asfalto español.