A 35 años del golpe militar organizado por la oligarquía y apoyado por el gobierno norteamericano de Richard Nixon en contra de Salvador Allende, la figura del ex-mandatario sigue calando hondo en el país: de acuerdo a los resultados del concurso ‘Grandes Chilenos de nuestra historia’, Allende figura en el primer lugar de las preferencias del público.
Ni la criminalización a las protestas sociales, el culto a la farándula, violencia contra los estudiantes e intentos de imposición, validación y ‘santificación’ ideológica del modelo neoliberal instaurado por la dictadura de Pinochet y continuado por la Concertación han servido para borrar de las personas comunes y corrientes la imagen de Salvador Allende, presidente de inspiración marxista y por ende, totalmente opuesto al actual modelo económico defendido por el binominalismo: paraíso para los empresarios y la ‘libertad’ de inversión, pero que sume en el endeudamiento al ciudadano común y corriente (ese que no recibe bonos por bencina en el Congreso) inhibe sus derechos más básicos como salud y educación colocándolos en manos de entidades privadas y –como si fuera poco- contamina diariamente su medio ambiente.
Inspiración del concurso
El concurso organizado por TVN, canal de televisión parcial al gobierno y pro-neoliberal, tiene como referente a un programa similar de la BBC de Londres. Se basa en un sondeo realizado a estudiantes y profesores de todo el país para que eligiesen entre varios personajes a los ‘top ten’ de los chilenos más importantes de la historia de Chile (en la votación estudiantil el líder fue Pablo Neruda) y que –extrañamente- incluye a Lautaro como chileno, (pese a que Lautaro era un líder mapuche, pueblo originario actualmente oprimido y violentado por el Estado). Luego se iniciaron las transmisiones de las biografías de cada uno de ellos, a la par de una votación telefónica, por mensajería de texto y por internet que han contado con un amplio número de votantes.
Críticas
Sin embargo, no todo son cuentas alegres para los ejecutivos del canal neoliberal. La votación ha sido criticada y ha perdido credibilidad por ser promotora del nacionalismo e incluso del chovinismo, lo cual va en relación directa de que sus símiles en el mundo hayan elegido a personajes ligados a los intereses de los grandes grupos económicos o a una supuesta ‘identidad nacional’ como el Rey Juan Carlos I en España (defensor de los intereses empresariales españoles), Winston Churchill en Inglaterra o Konrad Adenauer en Alemania. La excepción sucedió en Argentina, donde el ganador indiscutido fue Ernesto ‘Che’ Guevara.
Pese a contar únicamente con los votos de quienes decidieron pasar por alto este antecedente, el concurso de todos modos cuenta entre sus finalistas a un importante número de figuras opositoras al ‘libre’ mercado, como Pablo Neruda, Víctor Jara, Violeta Parra y Salvador Allende. En respuesta, sectores ligados principalmente al pinochetismo han buscado evitar el triunfo de Salvador Allende, organizándose para votar por Arturo Prat, ícono de la Guerra del Pacífico o del salitre, como se le conoce internacionalmente. Incluso TVN detectó un intento de hackeo a la página de votación como forma de sabotaje ante la escalada de Allende en las votaciones.
El ‘peor chileno de la historia’ también consolida su votación.
Pero no solo por ‘los grandes chilenos’ se está votando en la red. Existe también su versión contraria, una especie de parodia: el concurso que busca elegir a ‘los peores chilenos de la historia’. De momento el principal nominado a ser el peor chileno de la historia es el ex dictador y promotor del actual orden institucional vigente, Augusto Pinochet, quién obtendría su primera victoria electoral póstumamente.
Mientras las votaciones siguen avanzando, todo parece indicar que pese a la cómplice omisión de políticos y medios tradicionales, la crisis del neoliberalismo está acercando cada vez más a la gente con la figura de quien se atreviera a cambiar sin aspavientos el switch de injusticia e inequidad social. Y también –como en los 70- existen aquellos que sabotaje de por medio, buscan evitar a toda costa perder sus granjerías, sus privilegios y que de una vez por todas las grandes alamedas se abran de par en par.