Enojado con el modelo económico

Decían que, de acuerdo a nuestro ingreso económico mensual, pertenecíamos a la clase media, pero no media sino, media-media lo cual todavía  no comprendo. Creo, es una forma de definir un estatus social, un piso de ingreso económico, una medición de la cantidad de bienes por familia o una escalera con tres clasificaciones básicas (baja, media y alta) con miles de subdivisiones posibles. Con la posibilidad de avanzar o retroceder, lo que depende de la cantidad  y la estabilidad de variaciones en el sueldo familiar, se crea la necesidad de estar un escalón siempre más arriba es decir, un  escalón avanzado, una clase social dejada en el pasado. En mi caso si los ingresos de mi familia fueran superiores avanzaría a  media alta y uno más a  clase alta pero alta baja y así sucesivamente hasta convertirme en un magnate multimillonario dueño de algún canal televisivo con pretensiones de ser candidato presidencial.

Se afirma que los seres humanos actuamos racionalmente lo que nos diferencia de las otras especies y por ende el entorno económico en cuanto a tus ingresos y tu clasificación social son una consecuencia de tales acciones reaccionales, es decir el hombre tiene la posibilidad de decidir cuál será su destino económico y su trascendencia. Este análisis es vulgar y un lindo pensamiento, como el comunismo. Pensamiento que he oído con gran interés en estudiantes en economía, sus postulados son increíbles, con argumentos inapelables que te dejan sin habla. En su gran mayoría son un retrato parlante de los mejores economistas y sus best sellers económicos, filosóficos y de chef gourmet (Por que estos tipos hacen de todo). Análisis  rigurosos en cuanto a los estudios macro y micro económicos a través del método científico y de la experiencia propia del autor. Pero al parecer tales argumentos carecen de fundamento empíricos en los estudiantes, aclaremos, no es invalidar los argumentos en la defensa de los planteamientos defensores de la racionalidad del hombre y de la capacidad individual de tomar decisiones, planteados por los estudiantes y su trabajo desarrollado en la universidad al leer y entender un libro de enseñanzas económicas y de chef gourmet. Más bien es analizar críticamente el hecho de que la mayoría de los estudiantes de economía no han desarrollado un trabajo fuera de sus aulas, tal vez sí pero, dar un té o un café a un mendigo cerca del Mapocho y asegurar que esa es la decisión del mendigo es como broncearse de guata echado en la playa o en un bronceador artificial.

El trabajo serio y empírico es estudiar y analizar los comportamientos de la economía en entornos donde conviven la gran mayoría de las personas con un ingreso mensual que no alcanza, si quiera un segundo escalón (ejemplo: una población), por ende lugares en donde viven, se desarrollan, sociabilizan individuos iguales a los estudiantes de economía con penes y vajinas. Pero con la diferencia que las condiciones de vida son un poco irracionales. Condiciones traducidas en hacinamiento, falta de servicios básicos decentes, como educación y salud; liceos repletos, desinteresados profesores. Hospitales hediondos y con un servicio personalizado no de los más adecuados. Lugares donde el más fuerte, el más choro el más parado sobrevive, es la pobla, es la calle, es la desesperación de mantenerte en pie y ser partícipe diariamente de una sociedad que exige el consumo irracional. Sociedad del endeudamiento, donde los derechos humanos son olvidados, derechos que en el pasado promovieron la libertad en contra de la esclavitud, pero la pobreza trabaja esclava por pagar las deudas de las tarjetas.

Diría un estudiante en economía que, “ellos” fueron los que tomaron la decisión de endeudarse. Entonces, ¿por qué profesan tanto las teorías económicas del actuar racional del hombre? o ¿acaso las deudas son racionales?, ¿acaso las condiciones en las que viven un grupo tan importante cuantitativamente, porque somos la mayoría (también algunos estudiantes de economía), son condiciones racionales? o ¿Aquellas condiciones permiten actuar racionalmente?, ¿No será que la economía se sustenta a base de las irracionalidades del hombre?

El actuar está condicionado por costumbres más que por racionalidades, costumbres formadas en un sistema social imperante, el sistema que nos da trabajo, pan y agua y explota con un riguroso estudio las necesidades humanas para su venta. También las crea, como los celulares, los puchos, las planchas, las mesas para planchar.

Este sistema se subdivide en infinitos sub-sistemas grandes o pequeños, con escalones y sin escalones, todos ellos unidos en la base del lenguaje es decir, en la posibilidad de comunicarnos y entendernos. La pobreza es parte del sistema y en sí mima es un subsistema, es un escalón con mucha gente subscrita, casi con un carné de miembro bip.

Si mi piso económico fuera de otra manera, un poco, económicamente, más bajo. No podría seguir estudios superiores universitarios, tal vez en un instituto barato, que se destaque por ser desconocido y por recibir a cuanta gente se pase por su letrero de matrículas abiertas pero, todo vale la pena por estudiar y subir si quiera un escalón.

Algunos recalcan que, ahora todos pueden estudiar universitariamente. Todos, dicen, pueden seguir el camino del conocimiento universal. Pero, si una matrícula cuesta más de ochenta mil pesos, donde el sueldo de tus padres es de ciento sesenta mil y tienes que alimentar a tres o cuatro hijos más la nieta dado que, su madre no ha terminado el cuarto medio. Es impensable gastar dicha cantidad para dar inicio a un sueño alentador, inseguro y muy ilusorio de cinco o cuatro años, menos de quienes han estudiado en un liceo público. A cambio de vivir el día a día juntando peso a peso, no para la matrícula si no para el pan y la dicha de tener el plasma sintonizado con Yingo o Morande con Compañía.

Por Thomas Catalán

Estudiante de Ingeniería en Gestión Turística de la Universidad Tecnológica Metropolitana

“[1] Economía se define como la ciencia que estudia la forma de administración de los recursos humanos. Economía es el estudio de la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos susceptibles de usos alternativos”