Reforma Laboral: «Lo mejor que puede hacer el gobierno es congelar este proyecto»

Están todos los ingredientes que permiten suponer que la reforma laboral terminará, en definitiva, en todo lo contrario a lo que proponía el mentado programa de gobierno de Bachelet. La titularidad sindical queda fuera de la reforma constitucional que se evalúa en La Moneda, dicen en el Ejecutivo, por no contar con los votos en el Congreso.

Reforma Laboral: «Lo mejor que puede hacer el gobierno es congelar este proyecto»

Autor: Jose Robredo

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«Esta reforma constitucional es compleja porque requiere un acuerdo transversal porque los votos de la Nueva Mayoría no son suficiente, eso significa amplio diálogo que nos permita una reforma constitucional que dé certezas». Con esta declaración emitida por el vocero de gobierno, Marcelo Díaz,  se puede configurar la postura del Ejecutivo, la que pasó de proponer  un proyecto que transformará las relaciones laborales a uno que deje tranquilos a los sectores más conservadores tanto del conglomerado de gobierno como de la derecha.

Este posicionamiento había sido adelantado ya por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés – quién además se posicionó como conductor de la Reforma en desmedro de la titular del trabajo Ximena Rincón – cuando señalaba que «yo entiendo bien que haya algunos a los que les gustaría empujar la titularidad desde ahora, a mí me gustaría hacerlo también, pero la realidad es que no tenemos los votos para eso».

En este sentido, el ex presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, Cristián Cuevas, señala que  la actual posición asumida por el Ejecutivo significa que «Lamentablemente el gobierno le pone una lápida a su propia reforma y se contradice con los compromisos que hizo y en relación a poder equiparar nuestra legislatura con los convenios internacionales suscritos».

«Hoy estamos en una situación de desamparo y de retroceso en materia laboral, a eso se suma que los sectores más conservadores son los que han ganado esta partida» agrega Cuevas al respecto.

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En tanto, para el investigador de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, «el gobierno se metió en un laberinto sin salida. Todo el mundo decía que la titularidad sindical, tal como estaba planteada en un principio, sería impugnada en el TC».

«La Nueva Mayoría nunca tuvo interés real de hacer un cambio transformador de la realidad del trabajo» agrega Durán al momento de explicar porque el llamado «corazón» de la Reforma no se protegió debidamente en el proyecto presentad por el gobierno.

¿Dedo en el ojo?

«Cuando presentemos el proyecto sabremos cual es su sentido, pero no nos cabe la menor duda que el TC objetó la titularidad de forma íntegra y eso tuvo el concurso de la oposición. Por tanto un proyecto que pensara reponerla de esa forma lo más probable es que no tenga los votos» señalaba con resignación el ministro Secretario General dela Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, al ser consultado respecto de la inclusión de la titularidad sindical en la reforma constitucional; eso a la espera del análisis del ministro del Interior Mario Fernández, ex miembro del Tribunal Constitucional, realcen del fallo que impugnó este punto de la reforma laboral.

De esta forma cobran sentido las palabras del ministro de Hacienda quién advertía las dificultades con las que se encontraban para cumplir con el programa junto con  pedir «comprensión de que al menos el Gobierno va a hacer lo posible para tener la mejor reforma laboral posible, pero dentro del marco de las cosas que se pueden hacer». El viejo «en la medida de lo posible» brilla con más fuerza en La Moneda.

Para Cuevas la incierta situación de la reforma laboral tiene que ver más que nada a «un ordenamiento de fuerzas que tienen que ver con fuerza electoral y mantener los cargos al interior del Estado. Aquí se ha faltado el compromiso con los trabajadores».

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Mientras que Durán es más duro en su análisis y señala que «técnica mente se puede hablar de una estafa. Pues en cuanto el contenido del mensaje de la Reforma habla de transformaciones y otra serie de sentencias bastante radicales pero que, sin embargo, al momento de ver en el texto y la discusión lo que hay es un retroceso».

Y agrega que «Quizás lo mejor que pudiera hacer el gobierno es congelar este proyecto hasta nuevo aviso y que asuma esta derrota política».

¿Alguna lección que se deba sacar de todo este proceso? Para Cristián Cuevas es claro que «aquí hay una responsabilidad de conducción sindical de la CUT, por lo que debemos pensar como podemos articularnos como trabajadores para presionar».

Mientras que para Durán, ha sido un proceso para dar inicio a un verdadero debate político en materia laboral en los sindicatos de base, alejados de las cúpulas,  y que se refleja en que «Lo único positivo es que los sindicatos de base, independientes del gobierno y los partidos políticos se han reunido a discutir, repensar políticamente lo que significa una reforma laboral, que sin duda servirá para los próximos ciclos».


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