El hombre musulmán dijo que había visto ofendido su honor debido a un registro de su amor efectuado sin su consentimiento.
Se dio cuenta de que un video de él practicando sexo anal andaba rondando entre sus amigos porque ellos lo trataron de una manera despectiva.
El fiscal, Michael Schietz, dijo que el hombre «se enfureció, porque el sexo anal es un tabú para los musulmanes, y porque él estaba siendo tratado despectivamente por conocidos cuando se dieron cuenta de lo que había estado haciendo».
Schietz dijo a la corte de Viena en Austria de que la mujer no quería que el sujeto se alejara de ella, por lo que ella misma los filmó, ocultamente, teniendo sexo anal para luego usar las imágenes como una amenaza contra él.
El sexo anal está prohibido en el Islam y el autor puede sufrir castigo corporal e incluso la muerte.
Hecho por el cual, este hombre no resistió la humillación y, en un irracional acto de violencia, apuñaló dos veces en el cuello a la mujer.
Cuando apareció en la corte de Viena, este sujeto de 45 años de edad, afirmó que primero trató de suicidarse con el cuchillo de seis pulgadas enterrándolo en su propio corazón.
Sin embargo, afirmó que después de una lucha con su pareja´, de 40 años, ella resultó apuñalada fatalmente por accidente debido al forcejeo entre ambos.
Pese a sus declaraciones, el jurado lo condenó por unanimidad como culpable de asesinato y el tribunal lo condenó a 20 años de prisión.
El Corán prohíbe estrictamente el coito anal.