Realmente debemos tener mucho cuidado con nuestros hijos, sobre todo al jugar con el, por ejemplo arrojarlo por el aire puede llegar a ser peligroso o incluso mortal.
Esto da como resultado, “lesiones serias” (y hay veces en que son fatales), y es ahí cuando pasan las discapacidades que son permanentes, y pueden ocurrir cuando bebes o niños son sacudidos violentamente o son golpeados sus cabecitas tan delicadas, y además de que es una de las lesiones mas graves “la cabeza”, también se le conoce como abuso infantil, esto ocurre en bebes menores de 6 meces.
Pero aun así no se debe pasar por alto que indefensos niños mayores a esa edad, también corran el riesgo de ser lesionados (al sacudirlos).
El cerebro es muy frágil, tal como los músculos del cuello no son realmente fuertes, y al hacer esos movimientos tan bruscos de cabeza que no se puede controlar, y hace que el cerebro golpee en contra las paredes de su cráneo y esto hace que los vasos sanguíneos se rasguen y se acumule sangre dentro de la cabeza y eso causa un daño que es irreparable a su pequeño cerebrito y en un 20% de estos casos van hasta la muerte.
Lesiones y discapacidades de este síndrome:
• Ceguera.
• Parálisis cerebral.
• Incapacidades del habla o del aprendizaje.
• Pérdida auditiva o disminución de la misma.
• Daño cerebral.
• Retraso mental.
• Convulsiones.
• Lesión en la medula espinal o parálisis.
• Ataque epiléptico.
• Trastorno motor severo.
• Muerte.
Esto se da cuando algún cuidador, mama, papa, pierde el control por (tan solo por un momento) por que el niño o bebe no ha dejado de llorar por un tiempo extenso y lo sacuden para hacerlo callar.
También esto se mal interpreta como un juego; nosotros los adultos solemos arrojar a los bebes hacia arriba y sostenerlo cuando caen, este es un juego que aparenta ser muy inocente.
La escusa de nosotros los adultos es “solo quería que dejara de llorar” osea ese “juego” no solo NO lo calmara sino que también trae consecuencias para su salud…
Signos y síntomas:
• Rigidez.
• Convulsiones.
• Piel pálida o azulada.
• Dificultad para respirar, alimentarse, mamar o tragar.
• Carencia de sonrisas o vocalización.
• Poco apetito.
• Irritabilidad extrema.
• Vomito.
• Temblores.
• Letargo o semi – inconsciencia (dificultad para poder mantenerse despierto).
Fuente: Ignisnatura