Durante una discusión sobre la posibilidad de vida extraterrestre, el físico Enrico Fermi planteó una interrogante importante: «¿Dónde están todos?» Esto es lo que ahora se conoce como ‘paradoja Fermi’, que consiste en que si el universo es tan grande y lleno de estrellas y planetas, ¿por qué todavía no hemos llegado a conocer otras civilizaciones?
Los humanos hemos estado enviando señales al espacio por unos 80 años ya, alcanzando aproximadamente 8.500 estrellas y 3.500 planetas parecidos a la Tierra. Considerando que la Vía Láctea tiene más de 200 millardos de estrellas, esta es sólo una pequeña fracción. Es por esto que un equipo de investigadores estadounidenses creen que la paradoja de Fermi en realidad no es una paradoja.
Evan Solomonides y su profesor, el doctor Yervant Terzian, de la Universidad de Cornell (EEUU), han trabajado en estimar cuánto tiempo más demoraría esta civilización medianamente avanzada en lograr hacer contacto con otra. Basados en argumentos puramente estadísticos, como la ecuación de Drake y el principio de mediocridad (que dice que los humanos y la Tierra no tenemos nada de especial), calculan que para hacer contacto en la Vía Láctea, se requiere un total de 1.600 años de estar emitiendo señales.
«Todavía no hemos oído de extraterrestres, porque el espacio es un lugar muy grande –pero eso no significa que no haya nadie allá afuera», dice Solomonides en un comunicado.
Los cálculos de Solomonides y Terzian también sugieren que en la historia galáctica ha habido menos de 210 civilizaciones comunicativas inteligentes. El físico presentó hoy sus conclusiones en la reunión de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos, en San Diego, y un pre-impreso con sus resultados ya está disponible online.
El análisis se basa fundamentalmente en el ‘principio de mediocridad’, un importante concepto filosófico que explica que siempre deberíamos asumir que los eventos que pueden parecer extraordinarios o únicos (como la vida en la Tierra, la evolución o el Sistema Solar), en realidad no lo son.
«Estamos en el tercer planeta alrededor de una estrella tediosamente aburrida, rodeada por otras estrellas completamente normales, a unos dos tercios de camino de uno de los varios brazos de una galaxia espiral bastante promedio», dice Solomonides.
Cuando aplicamos el principio de mediocridad a la pregunta de Fermi, ésta no debería ser considerada una paradoja. Somos una civilización sorprendentemente joven, por lo que es perfectamente razonable que parezca que estamos solos. Pero si en 1.500 años más aún no hemos conocido a nuestros vecinos, recién entonces podemos empezar a reevaluar nuestro lugar en el cosmos.
Por IFLScience
Traducción, CCV, El Ciudadano