Un caso insólito se ha hecho conocido, del tipo que nunca antes habías escuchado. Pues, ¿elegirías totalmente consciente quedarte cieg@? Quizás tú no, pero se conoce de una mujer que sí lo quería, pues ya no podía más con su situación.
Se trata de Jewel Shuping, que en su desesperación acudió a su psicólogo para que la ayudara a perder la vista. Un día en la consulta se juntaron para llevarlo a cabo. Para esto, el hombre debió derramarle limpiador de cañerías en sus ojos, esperando lo suficiente como para que el daño fuera permanente.
Cuando ya había pasado tiempo suficiente, la llevaron al hospital. A pesar de que para muchos el resultado podría ser trágico, para ella fue un descanso, ya que padece de BIID, un trastorno que te hace sentir la necesidad de tener alguna discapacidad.
Previamente el psicólogo atendió a Jewel hasta que estuviera lista psicológicamente para tomar acción. Este era un plan que estaba en su mente desde que era pequeña, como una obsesión, por lo que quedar ciega fue realmente un respiro para ella.
De todos modos, la mujer da su testimonio para que otros no hagan lo mismo que ella. Al comienzo, después de que los médicos aseguraran de que su vida estaba a salvo, recuperó la vista temporalmente hasta perderla de manera definitiva.
La idea de ser ciega hacía (y hace) sentir cómoda a Jewel, quien tuvo esta idea por primera vez a los 6 años, y miraba constantemente al sol para quedar ciega. Vale decir que esta condición o trastorno no siempre acaba con la discapacidad, pues las personas se someten a tratamientos que desvían su atención de su «meta».
[jwplayer player=»1″ mediaid=»299666″]
¿Qué piensas de su historia?