A menos de un mes de que se celebre la Convención del Partido Republicano en Cleveland, Ohio, aún existen miembros del conglomerado que se resisten a que Donald Trump sea el nominado. De acuerdo al diario The Washington Post, es posible que el próximo 18 de julio comience una rebelión y una convención totalmente revuelta, con la amenaza de que el partido quede, finalmente, fragmentado.
El presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, dijo que no detendría ninguna revuelta durante la Convención Republicana. Algunos delegados buscan cambiar las reglas del partido para evitar que el empresario sea el nominado presidencial.
El presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, dijo que no detendría ninguna revuelta durante la Convención Republicana. Algunos delegados buscan cambiar las reglas del partido para evitar que el empresario sea el nominado presidencial.
Esto, porque cientos de delegados estarían reuniendo dinero e intentando lograr apoyo para bloquear a Trump en la convención y evitar que el empresario inmobiliario compita en las elecciones presidenciales de noviembre. Los delegados estarían intentando cambiar las reglas del partido para que puedan respaldar a quien deseen y no en la línea de los estados que representan. De acuerdo al Post, este es el esfuerzo más grande que se ha hecho para detener a Trump, algo que coincide con su disminución de respaldo en las encuestas.
Durante las últimas semanas, el multimillonario se ha involucrado en una polémica tras otra, ha perdido respaldo entre los votantes y ha sido criticado por miembros de su propio partido, entre ellos, el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. De acuerdo al sitio Real Clear Politics, la candidata demócrata Hillary Clinton está seis puntos arriba del magnate, con un 45,4% y siete de cada 10 estadounidenses tiene una imagen negativa de él, de acuerdo a una encuesta de The Washington Post y ABC News.
Tras las críticas de Trump a un juez por su origen mexicano, lo que fue catalogado como “racista”, y la reacción al tiroteo en Orlando -donde insinuó que el Presidente Barack Obama podría haber estado involucrado-, el líder de la Cámara Baja, dejó en claro que él no obstruiría ninguna rebelión contra el empresario ni intentaría detenerla.
En una entrevista con la cadena NBC, Ryan, quien preside la convención, aseguró que no presionaría a los miembros de su partido para que apoyen al candidato escogido por los votantes. “La última cosa que haría es decirle a alguien que haga algo en contra de su conciencia. Por supuesto que no lo voy a hacer”, dijo el líder republicano el domingo. “No es mi trabajo decirle a los delegados qué hacer, qué no hacer o que apoyen cosas como ésas. Ellos escriben las reglas. Ellos toman las decisiones”, añadió.
Según el Post, los delegados “anti Trump” buscan aprobar una “cláusula de conciencia” que les permita negarse a respaldar al empresario. Los republicanos estarían preocupados tanto por su retórica como por su idea de establecer perfiles de los musulmanes, entre otras cosas. Sin embargo, el líder de la Cámara Baja recordó que fueron los votantes quienes escogieron al magnate, aunque advirtió que si dice algo sobre lo que no está de acuerdo, “voy a alzar la voz como lo he hecho”.
Ryan, ex compañero de fórmula de Mitt Romney en 2012, se había negado a apoyar al empresario en un principio porque “no estaba listo”. El “speaker” aseguró que ha presionado a Trump para que cambie su tono y lleve a cabo una campaña de la cual los republicanos puedan sentirse orgullosos. Algo que no ha dado resultados.
De acuerdo al diario británico The Guardian, es poco probable que existan suficientes delegados que le den la espalda al empresario, considerando que ganó las primarias. No obstante, el resultado podría dividir totalmente al partido y darle más oportunidades de llegar a la Casa Blanca a Hillary Clinton, algo que Ryan teme. Precisamente muchos republicanos aseguran que el sillón presidencial ya está perdido y que deben detener a los demócratas en su objetivo de lograr el control del Senado, hoy de mayoría republicana.
De acuerdo con la revista The Atlantic, Ryan esperaba que un buen candidato republicano lo ayudara a completar su agenda legislativa, algo que Trump terminó por arruinar. Pero cada vez que Ryan ha dado un discurso planteando las propuestas de su conglomerado, la figura de Trump se ha cruzado en su camino.