Británicos deciden su futuro en histórico referéndum para dejar o quedarse en la Unión Europea

Las mesas de votación se han cerrado en Reino Unido. Ha sido un día tenso para toda Europa, en que los ciudadanos británicos deciden si se quedan o se van de la Unión Europea; un resultado que, de favorecer la segunda opción, podría marcar el inicio de una era incierta para la región.

A las 22 horas de Gran Bretaña (17 horas en Chile), el medio británico The Guardian mostraba en vivo, y desde diferentes centros de votación, cómo los vocales de mesa entregaban urnas y bolsas cargadas de votos, mientras otros ya habían comenzado el conteo que revelará la decisión ciudadana, en un desenlace crucial para la política, la economía, la cultura y las relaciones internacionales en el continente europeo.

Hasta aproximadamente las 9 de la noche (4 de la tarde, hora local), ya había muestras de una mayoría inclinándose hacia la opción Remain, es decir, permanecer como miembro de la UE. Mientras dos encuestas indicaban al Brexit (salida de la UE) en posición ganadora, las últimas mesas escrutadas seguían marcando la tendencia opuesta con una ventaja de 10 puntos. Un potencial resultado del que se habló durante toda la tarde, que sugiere que la visión integradora aún tiene lugar y que los Britons se consideran europeos.

Aunque nadie puede cantar victoria antes del desayuno y mientras el resultado definitivo –sea uno u otro– no se anuncie oficialmente este viernes, ya a eso de las 11 de la noche de los ingleses, la BBC informaba que las mesas seguían inclinadas hacia la opción de quedarse. Un momento clave será alrededor de la 3 de la mañana (11pm Chile), cuando se espera que Birmingham –la segunda ciudad más poblada del país– declare sus resultados, poco después de Glasgow y Liverpool, informa The Independent.

Ya a la 1 am del Reino Unido, cuando aún no se cierra el conteo y falta la gran mayoría de autoridades locales por declarar, los sondeos muestran resultados fluctuantes y muy estrechos, con un 49% para la opción de permanecer en la UE y un 51% para el Brexit, según informa The Guardian.

Contexto y consecuencias

El pueblo británico no había tenido una intervención directa y democrática con respecto a su relación con Europa, desde 1975, cuando fue el primer referéndum para decidir si formar parte de lo que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea. En los años sucesivos, Europa ha cambiado mucho, y con ella, Reino Unido. Lo que era un tratado económico, se fue transformando en un proyecto hecho y derecho de unidad política –con Bruselas al centro del poder–, pasando de tener 9 naciones involucradas originalmente, a 28 en la actualidad; con una población de más de 500 millones.

Ahora que ha pasado mucha agua bajo el puente –profundas crisis económicas globales, entrada de ciudadanos desde Europa oriental, conflictos con medio oriente y un estándar de vida, en general, menos privilegiado–, una fracción conservadora surgió en Reino Unido para llenar el vacío entre una parte de la población anclada al pasado, y una clase política que no supo cómo manejar esta inquietud. El Ukip (Partido de la Independencia de Reino Unido) comenzó con la campaña para que el país dejara la Unión Europea, la que derivó en el referéndum de hoy, en que los ciudadanos básicamente deciden qué tan flexibles y preparados están ante los inevitables cambios y desafíos que propone la globalización y la dinámica europea en general.

Muchos se preguntarán, ¿cómo afectaría el Brexit a nuestra región y qué tiene esto que ver con Latinoamérica y Chile? En términos económicos y comerciales, una salida británica de la UE no afectaría mayormente a nuestro país, porque nuestros principales tratados económicos tienen a China y a Estados Unidos a la cabeza, con un firme establecimiento de relaciones bilaterales con la UE. Pero, como explica Lorena Oyarzún, Doctora en Relaciones Internacionales e Integración Europea y académica de la Universidad de Chile, que Reino Unido se separase ahora del bloque, marcaría un precedente político y simbólico, que afectaría en la forma de ver las relaciones internacionales y el intercambio cultural de ahora hacia el futuro.

«Lo que estamos viendo hoy en día es que, mientras Europa genera mayor interdependencia, necesariamente [ocurre lo mismo] en otras zonas, áreas y dimensiones. Hoy, la Unión Europea, como proyecto, se da cuenta de que asuntos como las amenazas transnacionales, la gestión de las fronteras, no pueden ser abordados de manera unilateral», señala la experta, y agrega: «El gran debate de fondo es, por ejemplo, cómo tratar el problema de la defensa, las fronteras, los refugiados, y este referéndum, pase lo que pase, debe generar una decisión sobre cómo abordar estos temas.

El grupo político conservador que defiende la salida del bloque, ve la permanencia en la UE como una amenaza. La académica explica que lo que perciben algunos ciudadanos como una mayor inestabilidad responde a este fenómeno interno y la forma de escudarse es decir ‘volvamos a lo que fue antes’, cuando la globalización no era algo tan real y cotidiano. «Pero eso es imposible; el mundo en que vivimos tiene mayor interdependencia y eso [a los británicos] les ha traído beneficios, no sólo costes», concluye Oyarzún.

El Ciudadano