El mayo del año pasado, la Flota Rusa mostró interés en resucitar el Mi-14, el temible helicóptero soviético de guerra antisubmarina con capacidad nuclear. Durante la década de 1990, el gobierno de Estados Unidos insistió en su desmantelamiento junto con otros bombardeos estratégicos.
El Mi-14 posee una autonomía de vuelo de cinco horas y media y es capaz de cubrir una distancia de más de 1.000 kilómetros.
Además, es un helicóptero anfibio basado en tierra que está armado o con un torpedo, o doce bombas de profundidad de 64 kilogramos, u ocho de 120 kilogramos.
Asimismo, posee una bomba nuclear antisubmarina de un kilotón, el cual es capaz de hundir a cualquier objetivo bajo el agua ubicado en un radio de 800 metros.
Actualmente, el Instituto ruso de Investigación e Ingeniería (NIII) viene evaluando la posibilidad de equipar estos helicópteros, bautizados como “asesinos de submarinos”, con la bomba inteligente Zagón-2, dijo el director del consorcio Tecmash, Serguéi Rusakov, a RIA Novosti.
Zagón-2 es una bomba guiada de 120 kilógramos que se lanza desde el aire con paracaídas. Al tocar la superficie del agua, se activa el equipo sonar y la bomba se dirige hacia a su blanco y lo destruye con una carga de 35 kilogramos de TNT.
Vïa RT